LA INAUGURACIÓN DEL FERROCARRIL EN TUPIZA (extracto)
En octubre de 1913, la "Unión Obrera de Socorros Mutuos"
convocó al pueblo a un cabildo abierto, para protestar
contra el diputado nacional Dr. José Ramírez, quien
velando sus intereses personales, presentó un proyecto
de ley al congreso para su aprobación, disponiendo que
la línea férrea Villazón - Atocha, sea construida por
Mochará (propiedad agrícola del mencionado diputado),
marginando a la ciudad de Tupiza. Como consecuencia del
triunfo del pueblo encabezada por la indicada sociedad,
pudo conseguirse la anulación de ese funesto proyecto
disponiéndose a su vez para que la línea férrea pase por
Tupiza. El interesado totalmente resentido y haciendo
valer su condición de representante nacional, consiguió
hacerlos apresar a los dirigentes de la "Unión Obrera de
Socorros Mutuos", cuya medida dio lugar a un nuevo
levantamiento de todo el pueblo pidiendo al Gobierno la
inmediata libertad de los detenidos, que felizmente se
consiguió. De esta forma Tupiza hizo prevalecer su
indiscutible derecho a la vez que dio una lección de
moral al entonces diputado.
El gobierno para silenciar
la constante censura y protesta de toda la nación, y muy
particularmente del pueblo chicheño, consiguió el
empréstito de un millón de libras esterlinas para
iniciar los trabajos del ferrocarril La Quiaca - Tupiza
de la firma "Crédit Mobilier Français" de París,
debiendo encargarse la construcción a una empresa
Francesa; ella fue "La Vezin". Con ese dinero se
construyeron las estaciones de Villazón, Mojo, Yuruma,
Nazareno y Tupiza. Además se construyeron los puentes de
La Quiaca (internacional) y Matancillas. Ahí se acabó el
dinero y paralizaron las obras.
En 1920 subió al poder un
nuevo gobierno, quien felizmente se preocupó para
conseguir dinero para cometer nuestra unión con la
Argentina mediante la continuación de los trabajos del
ferrocarril La Quiaca - Atocha. Para salvaguardar el
movimiento de los gastos del dinero prestado de la
compañía particular "Nicolaus Company" de Estados
Unidos, exigieron como condición para que las obras
estén a cargo de ingenieros de dicha nacionalidad. El
gobierno y muy particularmente el pueblo chicheño,
tuvieron la suerte de ver plasmadas sus aspiraciones con
la conclusión de los trabajos de la ferrovía mencionada
con todo su material rodante encargado a Bélgica, más
cuatro locomotoras (dos estadounidenses y dos alemanas).
El 10 de mayo de 1924 fue
un día de placeres para los habitantes de la ciudad de
Tupiza, pues en la estación a medio construir se
hallaban alineados y formados en sus modestas
cabalgaduras mil ochocientos chicheños, los mismos que
el día anterior habían servido de escolta al presidente
de la nación, desde Oploca (17 kilómetros de Tupiza),
hasta su ingreso en nuestra ciudad donde las bandas de
música realzaban el ambiente de fiesta. A las dos de la
tarde el presidente de la república, rodeado de los
ministros de obras públicas y de guerra y su numerosa
comitiva; del personal completo de la comuna; muchos
senadores y diputados, invitados especiales y toda la
ciudadanía de Tupiza y sus alrededores se concentraron
en la estación del ferrocarril, esperando la llegada de
la primera locomotora N° 2. A la vista de los
circundantes, el contratista de la enrieladura de la
línea férrea, colocaba los últimos durmientes para las
paralelas de acero en la estación; entre ellos un
durmiente pintado con los colores de nuestra patria. Por
los telegramas que se recibían de Nazareno, se supo que
la primera locomotora precedida por un autocarril, ya
habían partido de dicha estación con numeroso convoy de
pasajeros. Además comunicaban que saldría una segunda
locomotora llegada de La Quiaca con coches dormitorios
donde viajaban delegados de Jujuy, Salta y Tucumán. En
ese ínterin, un representante de la "Unión Obrera de
Socorros Mutuos" y otra de la "Gremial de Albañiles",
entregaron al presidente de la nación un martillo de
plata (combo) y un clavo de oro. A continuación fue
invitado el jefe de estado para clavar el último
durmiente pintado con los colores nacionales. Acto muy
emocionante que fue saludado con una salva de aplausos y
vivas de la numerosísima concurrencia. Pasado este acto,
ya llegaba a la estación el autocarril constatando la
bondad de la línea recién colocada. Minutos después,
apareció la locomotora N° 2 que ingresaba lentamente a
la estación de Tupiza; ensordeciendo el espacio con su
sonoro silbato y engalanada con el escudo nacional en su
parte superior y rodeada de infinidad de banderas y
gallardetes con las insignias y colores nacionales. En
las partes laterales de la locomotora estaban colocadas
dos planchas metálicas que decían: "Presidente Bautista
Saavedra". Las bandas del ejército ante el pitazo de la
locomotora entonaron el himno nacional que fue coreado y
escuchado por los visitantes.
De pronto apareció la
segunda locomotora que venía desde La Quiaca y tomó la
segunda línea de la estación donde desembarcaron los
gobernadores de las provincias del Norte Argentino
vestidos de rigurosa etiqueta y rodeados de señoras y
señoritas de la alta sociedad. La locomotora ingresó
triunfante con las banderas de las dos naciones. Por la
tarde del mismo día la comitiva oficial encabezada por
el presidente de la nación, recorrió en autocarril la
línea férrea inaugurada, hasta Entre Ríos. En la noche,
se llevó a cabo el espléndido banquete ofrecido por la
municipalidad de Tupiza. Pasado el acto comenzó el baile
social preparado por el “Comité de Fiestas” en los
salones del Hotel Europa. La fiesta se prolongó hasta
las primeras horas de la madrugada del día siguiente.
El 11 de mayo se realizó
el banquete ofrecido por la empresa constructora "Ullen
Contract Corporation", iniciándose con un discurso por
el gerente general. También usaron de la palabra el
gobernador de la provincia de Jujuy y el ministro de
guerra de Bolivia. Antes de la partida del presidente de
la república a La Paz y su numerosa comitiva; así como
el retorno de los gobernadores argentinos, fueron
distribuidas a los visitantes: 10 medallas de oro, 200
de plata y 500 de cobre, con el escudo nacional en el
anverso y la locomotora saliente del túnel del Angosto
en el reverso, como un recuerdo de la municipalidad de
Tupiza obsequiada a sus ilustres huéspedes.
En un clima de
magnificencia y hondas emociones para nuestros
visitantes terminaron las fiestas de la inauguración del
tramo ferrocarrilero La Quiaca - Tupiza; llevando el
presidente de la república, su comitiva y las embajadas
del Norte Argentino los mejores recuerdos de nuestra
tierra, la que supo hacer honor a la cultura y tradición
del pueblo tupiceño. Así recibió Tupiza al gobierno que
le dio ferrocarril. |