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El macizo Volcán Sairecábur (5971m), el "cerro de la
lluvia", visto desde
Piedra de la Coca (2570m) en el antiguo camino del
Altiplano al Pacífico
-22.849187° -68.249688°
→Mapa |
Bajando la Alta Cordillera con rumbo al poniente, antes
de llegar a la faja angosta y larga del Desierto de
Atacama que queda entre la Cordillera y el Océano
Pacífico, hay que cruzar en la semiárida Precordillera
la tierra de los Atacameños, pueblo y raza milenaria que
vivió en un campo de intercambio cultural, siendo su
territorio una importante etapa en el camino que juntaba
(y todavía sigue juntando) el Altiplano y las amplias
regiones transandinas con el litoral del Pacífico. |
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Bajando la Cordillera de la Sal hacia el llano del Salar
de Atacama
punteado con los oasis atacameños
-22.922809° -68.276060°
→Mapa |
Desplazamiento tectónico es la causa para que esta zona
situada entre dos cordilleras paralelas se pusiera a
bajar, formando así una depresión interandina sin salida
de agua, a la que se llama de Cuenca del Salar de
Atacama. Los vertientes que bajan de la Alta Cordillera
desaguan a esta cuenca, donde el agua se evapora
depositando los minerales que trajo filtrando por las
escorias volcánicas. Esos ríos son las venas de vida que
posibilitaron la formación del núcleo de la Cultura
Atacameña en la zona septentrional y oriental de la
cuenca. |
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Yaye (2435m) con los volcanes Licancábur (5916m) y
Juriques (5718m)
-22.913086° -68.209938°
→Mapa |
Yaye, uno entre los quince Ayllus (agrupación de
personas con lazos de parentesco) que formaron el centro
cultural de los Atacameños en un grande oasis al norte
del Salar de Atacama. Este oasis es bañado por dos ríos
– el Río Vilama que trae agua potable y el poco salobre
Río San Pedro que se forma por el Río Grande juntándose
con el Río Salado algunos kilómetros más arriba por la
quebrada. En la época colonial se llamaba Atacama la
Grande y hoy representa el municipio de San Pedro de
Atacama.
Los Atacameños perdieron su independencia hacia 1450,
cuando fueron sometidos por los Incas hasta la llegada
del Español en 1536. Con la fundación de Bolivia en 1825
este territorio formó parte de la república, pero con la
Guerra del Pacífico (1879...1884) toda la región de
Atacama fue integrada a Chile y hoy tiene el nombre
prosaico de "Segunda Región de Chile" siendo el tesoro
del país por sus ricos yacimientos minerales (cobre,
litio). |
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Baile religioso en Matancilla (3137m)
-22.631906° -68.230929°
→Mapa |
El rudo encuentro entre la cultura Andina y Europea a
partir del siglo XVI produjo manifestaciones sincréticas
en que se juntan elementos de ambas culturas, sobre todo
en el campo espiritual y religioso.
Así andando por los valles del alto Salado – uno entre
varios ríos del mismo nombre que desaguan hacia la zona
precordillerana al poniente – tropecé con una chica
aldea atacameña de nombre Matancilla en que iba tener
lugar una fiesta religiosa a favor de Santa Cecilia, la
patrona de los músicos. Hace pocos meses una avalancha
de lodo había devastado este antiguo asentamiento, pero
este veintidós de noviembre las familias se juntaron más
una vez para celebrar la fiesta tradicional. Hubo la
procesión de los Santos, el oficio divino y después el
Baile Chino que llamó mi atención particular. Se trata
de una manifestación de danza cultural incaica mezclada
con devoción cristiana. Destacó una cabeza de Jano, un
símbolo muy antiguo que ya se encuentra en conceptos
espirituales de culturas arcaicas del mundo antiguo y
que considera ser la muerte y el nacimiento la misma
cosa, sólo mirando en dirección opuesta, el contrapunto
a la vida, ambos puntos sin dimensión y negando de por
sí la existencia de la muerte. |
Estas fotos muestran algunos aspectos de la danza. |
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Baile religioso en Matancilla
-22.631906° -68.230929°
→Mapa |
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Baile religioso en Matancilla
-22.631961° -68.230848°
→Mapa |
Recientemente la tentación por el dinero del turismo y
de forma más acentuada los intereses nacionales por la
explotación industrial de los minerales en la zona,
están corroyendo más y más las raíces culturales y la
unidad étnica de las viejas comunidades atacameñas. Un
triste aire profético que andaba por la región a inicios
de los años '80 así lloraba la agonía: |
Lo mío se va perdiendo
Todo se lo lleva el viento
Mi raza, mi canto, la chacra
Y del pueblo su sentimiento |
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Cerro Colorado (5748m)
-22.914049° -68.213698°
→Mapa |
Igual que una enorme culebra de alquitrán, la recién
inaugurada transversal internacional al Paso de Jama
surca el antiguo territorio de los Atacameños abriendo
camino a largas caravanas de tráfico pesado que arreglan
el flujo mercantil entre los países de la región
Pacífica (China, Corea, Japón, Australia etc.) y los
países meridionales del continente Sudamericano,
depositando por aquí sus toneladas de gases tóxicos y
desechos y profanando el sagrado silencio de la
naturaleza. |
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Quitor (2458m) con el Volcán Licancabur (5916m), lo que
significa "cerro con el pueblo", por
el pueblo ritual ubicado a 4694 metros en la silla entre
los volcanes Licancabur y el Juriques
-22.892662° -68.210925°
→Mapa
→Mapa del pueblo ritual |
Es difícil sustraerse a la grande magia que ejercen los
volcanes gigantes que, igual que flechas enormes apuntan
al cielo, así que los más destacados ya desde siempre
fueron considerados cerros sagrados y personificados con
divinidades. El culto a los Dioses de los Cerros es
hasta hoy una práctica religiosa muy difundida en los
Andes, que se mantiene junto con las prácticas de culto
cristianas. Se atribuye a estas deidades el control
sobre los recursos minerales, el agua y la salud ya que
los cerros contienen muchos minerales, desde sus cumbres
bajan las aguas y en sus faldeos se encuentra la mayoría
de las plantas medicinales.
Los antiguos Atacameños solían enterrar a sus muertos
con el rostro orientado hacia las cumbres o disponían
sus vasijas funerarias en hilera en esta dirección. Sin
duda, las comunidades atacameñas se sentían protegidas
por sus cerros. Los principales cerros de la Cuenca del
Salar son los volcanes Licancabur, Láscar, Pili,
Colorado y Miñiques. Cuando los Incas por pocos años
conquistaron a los Atacameños, trajeron su culto al sol
y edificaron santuarios en todos ellos. A sus pies y en
la cima, construyeron recintos ceremoniales e hicieron
grandes hogueras, realizaron sacrificios y dejaron en
ofrenda objetos como hojas de coca, figurillas de plata,
plumas multicolores y prendas textiles en miniatura. En
situaciones extraordinarias como guerras o grandes
sequías, celebraron hasta sacrificios humanos en las
cumbres. |
Baje aquí la crónica de una ascensión al Volcán Licancabur en 1953
→ Licancabur – Mountain of the Atacameños (pdf 1,57MB) En Inglés |
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