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A 2500 metros de altura en la Cordillera de la Sal, al
fondo la Cordillera de Domeyko
Mapa geográfico de la
→ Cordillera de la Sal, escala 1:250'000 (3000x3900 Píxel, jpg, 1.8MB)
→ Mapa satelital de la Cordillera de
la Sal |
Las fotos siguientes muestran paisajes en la Cordillera
de la Sal, una pequeña serranía que se extiende de
nordeste a sudoeste a lo largo de unos ochenta
kilómetros entre el Salar de Atacama y el Llano de la
Paciencia al poniente del salar. Esta cordillera se
compone principalmente por yeso, arcilla y sal (NaCl) y
está modelada por viento y lluvia con formas tan
increíbles que se puede decir única al mundo.
Con la irrupción del turismo de masas en el oasis de San
Pedro de Atacama durante los años recientes empezaron
también visitas a esta cordillera por excursiones
organizadas con turistas que desprecian la naturaleza y
llegan aquí sólo para divertirse con bicicletas,
caballos, motocicletas, todoterrenos y más. Huellas en
la costra de yeso y en las dunas de guijarro pero
persisten años – algunas que dejé yo mismo más que
veinte años atrás en sitios apartados todavía son
visibles – y así varios paisajes en lugares visitados
por los turistas hoy en día están malogrados por
decenios, ni sólo por dejar huellas sino también por
destrucción intencionada de las maravillas cristalinas
formadas a lo largo de muchos siglos. Todo eso está
apoyado por una industria turística que aquí se instaló
con puro fin de lucro, incluyendo hasta a la Corporación
Nacional Forestal....
Con esta razón, en contra de las demás fotografías
publicadas en este sitio web, éstas de aquí vienen sin
exacta ubicación geográfica. |
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En la imaginación de la gente los desiertos consisten en
una inmensidad de ondulantes dunas de arena que albergan
algún que otro tranquilo oasis con palmeras datileras y
caravanas de camellos. La verdad es que la mayor parte
de los desiertos en esta tierra está cubierta por puros
pedregales y roquedales sin vida ninguna. Sin embargo
existen las imágenes de encanto, como muestran las fotos
siguientes de la Precordillera Atacameña, aunque el
aspecto tan pacífico engaña:
Entre mediodía y la dos de la tarde los rayos del sol
caen vertical y el viento está parado completamente. La
superficie de la arena está incandescente y ya no es
posible tocarla, todo el paisaje vibra en el aire al
rojo y no hay ni una mancha de sombra por dónde
abrigarse. El desierto sin sombra carece de estructura y
plasticidad y se parece aburrido. Ya luego pero empiezan
los vientos provocados por desplazamiento térmico, al
principio suaves y muy agradables, pero a menudo
aumentando de violencia hasta culminar al atardecer con
fuerza de huracán y ráfagas superpuestas que cada dos
por tres le echan por tierra a una persona desprevenida.
Donde las dunas de arena, ese viento mueve toneladas de
material arenisco y caer en una ráfaga es igual como
recibir una sonora bofetada. El efecto esmeril de la
erosión eólica entonces se manifiesta encima del propio
cuerpo. En esta hora el alma del desierto se despierta,
las sombras aumentan rápidamente, las dunas parecen
caminar y la temperatura cae en picado. Es este el
momento en que se saca las fotografías que inspiran
tanta paz y calma – ¡y un jamón!
→
Información arena
→
Información dunas |
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Dunas de guijarro con una longitud de onda (distancia
entre las crestas de las olas) que está por los dos
metros. El diámetro de los guijarros mide varios
milímetros y así pasan años sin cambiamiento ninguno
visible por las ondas de la duna. |
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Dicen que esos de aquí son paisajes lunares. Sin embargo
lo que más cautiva el ojo, son estas formas repetidas
entre surcos y crestas que bajan por las laderas de los
cerros desérticos reproduciendo así las olas de las
dunas por abajo. Al contrario de las dunas que son
producto puramente eólico (por el viento), eso de los
cerros es producto del agua (imbrico) que aquí cae
esporádicamente en pocas ocasiones a lo largo del año, a
pesar que fuertes precipitaciones acontecen sólo con un
intervalo de algo como veinte años. Además los cerros
consisten en gruesas capas sedimentarias que remontan a
una época distante unos cincuenta millones de años,
cuando este terreno se levantó de los abismos marinos.
Sólo las últimas capas encima son volcánicas, así que
por todo el paisaje prevale la acción del agua en la
topografía por lo que no tiene ninguna semejanza lunar. |
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Es fascinante observar esta rigurosa regularidad del
diseño conforme con la ley física. A pesar de repetidas
interferencias, la longitud de onda permanece
estrictamente constante. El parámetro principal parece
ser el diámetro de los granos. La fuerza del viento o el
pendiente de la duna y su espesor no influyen en la
frecuencia de las ondas. |
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Duros bloques de cristal de pura sal resisten a la
erosión eólica ejercida por los vientos arenosos y
forman peñascos solitarios por la Cordillera de la Sal. |
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Aquí estamos al norte cerca del nudo en que nace la
Cordillera de la Sal en la región en dónde la Cordillera
de Domeyko se separa de la alta Cordillera de los Andes.
La Cordillera de Domeyko a nuestras espaldas alcanza su
mayor elevación con el Cerro del Quimal (4278m) mientras
que la Cordillera de la Sal cuenta con varias lomas que
miden alrededor de 2600 metros y mientras que el punto
más bajo de la contigua depresión interandina con el
Salar de Atacama está por los 2300 metros. Al horizonte
aparece, al lado opuesto del salar, la Cordillera de los
Andes con sus volcanes de seis mil metros. |
→ Mapa con la situación geográfica
general |
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última actualización
2022-05-20
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