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Picaflor gigante - Patagona gigas (en
un cardón peludo - Oreocereus celsianus)
Churquipampa -21.47504°
-65.68937° 3322m
→Mapa |
Entre todas especies de picaflores éste es el picaflor
más grande y consecuentemente se llama Picaflor gigante.
Llega a medir 20 centímetros y durante la época húmeda
es muy común en Tupiza. Se observa fácilmente al
atardecer, cuando se escucha su silbato monótono y
cuando, cansado de la faena, de vez en cuando se posa
por algún segundito en alguna rama del tabaco moruno. Ya
lo encontramos en página
→Tupiza 4. Por su envergadura mayor, su aletazo es
más lento que con los demás colibríes, algo como 15 por
segundo. El Picaflor gigante es golosísimo del néctar de
la flor del cardón peludo (Oreocereus celsianus) y de la
semejante flor del más chico Cleistocactus tupizensis.
Particularmente el cardón peludo sigue florecer durante
la entera época húmeda. Olvidando toda gracia de
colibrí, el Picaflor gigante en vez de libar el néctar
cerniéndose con elegancia en el aire, se agarra
simplemente a los pétalos de la flor para plantar su
cabecita en el cáliz y permanecer así durante un
minutito o hasta dos, regalándose el néctar . De paso se
abastece también de proteínas comiéndose los insectos
sorprendidos en la flor. En este momento nada lo
distrae. Cuando me acerco, talvez saca brevemente la
cabeza, me mira y sigue al tiro con la flor.
Vea un
corte de flor con descripción en
→Aves tupiceños 1.
El Picaflor gigante vive en los Andes entre el norte de
Ecuador y la región central de Chile y de Argentina en
zonas entre mil y cuatro mil metros de altura. Para el
invierno migra de regiones altas hacia más bajas. |
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Comesebo cabeza negra (Phrygilus atriceps) y
Picaflor gigante (Patagona gigas) |
El Picaflor gigante sufre de celo ardiente con sus
cardones: Cuando vuela los cactus por alto y descubre un
jilguero, un comesebo, una monterita, una dormilona, una
torcaza o una calandria posada encima de un cardón
peludo – aunque sin flor – la ataca inmediatamente
ahuyentándola y ocupando a continuación su lugar encima
del cardón como para exclamar "¡eso es mío, qué nadie
me lo toque!" |
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Picaflor gigante - Patagona gigas (anidando en un
Trichocereus werdermannianus)
Quebrada Palala -21.43290°
-65.76017° 3148m
→Mapa |
La hembra construye el nido en arbustos, árboles y
algunas veces hasta encima de grandes cactus candelabros
usando fibras vegetales, líquenes, musgo, tela de araña
y por supuesto la barba del cardón peludo. Pone dos
huevos. Es la hembra que incuba y cría a los pichones. |
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Picaflor gigante - Patagona gigas
Quebrada Palala -21.43290°
-65.76017° 3148m
→Mapa |
Sacar estas fotos me costó alguna paciencia. Viéndome, la
mamita picaflora había abandonado el nido para exhibir
algunos metros más allá su entero repertorio de artes de
vuelo para distraerme del nido. “Bueno, tengo tiempo” –
me dije, sentándome a la sombra de un grande cactus
candelabro. El pajarito a su vez se puso en cima de otro
cactus, vigilándome de cerca... Y así paso harto tiempo
hasta que el picaflor – talvez temiendo que el sol iba
cociéndole los huevos – volvió a su nido a empollar. |
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Picaflor andino castaño - Oreotrochilus adela
Torre Waykho -21.40424°
-65.83506° 3830m
→Mapa |
Este pajarito no debe faltar en ninguna presentación de
aves cordilleranos – el picaflor andino que vive en los
Andes de Bolivia. Aquí en Tupiza se encuentra sobre todo
en zonas apartadas y sin actividades por los humanos. Es
muy rápido y nervioso y cuando se posa, es para dos o
tres segunditos no más. La coloración variada del
Oreotrochilus adela en Tupiza es fuera del común y talvez se
trata de una subespecie... Igual que el picaflor
gigante (Patagona gigas), también el
Oreotrochilus adela se nutre de néctar
de flores completándolo con algunos insectos para la
proteína. Frecuentemente se lo ve libando flores de los
arbustos, suspendido en el aire. Particularmente le
gusta el néctar de las florcitas coloradas de la
Mutisia orbignyana que florece durante la época
húmeda por quebradas y serranía de Tupiza. A fines de
febrero por ahí florece también la Puya hofstenii
que atrae mucho a este pajarito. El picaflor andino permanece en una flor
un segundo no más y cambia para la próxima con rapidez
de relámpago. De vez en cuando aparece también
posado en el suelo, libando algunas flores por ahí o
zambulléndose en los riachuelos de los cañones.
Oreotrochilus significa colibrí serrano y en efecto el
hábitat del pajarito se encuentra en la Cordillera de
los Andes. Su género abarca seis especies. Nuestro
Oreotrochilus adela vive en un área restringida
entre 2'500 y 4'000 metros de altura en los Andes de
Bolivia. Ya quedan pocos de su especie, actualmente su
populación total se estima en unos 6'700 adultos no más,
con disminución rápida, por lo que es considerado como
"casi amenazado" en la Lista Roja de la IUCN. Aquí en
Tupiza la amenaza consiste sobre todo en la desenfrenada
deforestación y la contaminación sin escrúpulos por la
población local como también en la polución incontrolada
por la minería. |
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Picaflor andino castaño - Oreotrochilus adela
Torre Waykho -21.40424°
-65.83506° 3830m
→Mapa |
El Picaflor andino es mucho más chico que el
Picaflor gigante y mide sólo 10 centímetros. A
diferencia de los demás picaflores que anidan en
árboles, arbustos y cactus, el Picaflor andino lo
hace en las salientes rocosas y escondido en cuevas.
Construye su nido entre noviembre y diciembre usando las
mismas materias como el Picaflor gigante – musgo, telas
de araña, líquenes, fibras de cardones etcétera. El nido
va adherido a la pared rocosa con un líquido pegajoso
hecho con el néctar de las flores o la clara de un
huevo. Pone dos huevos de tamaño promedio de 16 x 10 mm.
Como en casi todas las especies de picaflores, es la
hembra que incuba y cría a los pichones. |
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Picaflor andino castaño - Oreotrochilus adela
Cerro Churquipampa -21.46197°
-65.69216° 3313m
→Mapa |
Esto fue a fines de noviembre en una cueva al lado de
una apacheta que bordea un antiguo sendero olvidado y
que conectaba los asentamientos de los Chichas en valle
del Río Tupiza con el oriente hacia Tarija. Después de
trepar 300 metros de acantilado rocoso había entrado a
la cueva en busca de un breve descanso a la sombra y
para aprovechar el panorama fantástico que se me abría
desde aquí – cuando de repente escuché borbotear la mamá
colibrí afuera de la cueva. Sólo entonces reparé en el
minúsculo nido colgando de la pared al fondo de la cueva
y noté el polluelo casi microscópico y todavía ciego que
sin hacer pío estaba esperando el rancho a pico abierto.
El nido medía unos siete o ocho centímetros no más.
Claro que no quise molestar, le saqué el retrato al
joven pajarito y me largué. Algunas semanas más tarde el
polluelo ya había salido y el nido abandonado
supuestamente iba ser usado para la próxima cría por el
año... |
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Calandria castaña - Mimus dorsalis
Abra Blanca -21.40821°
-65.67333° 3640m
→Mapa |
Aunque la Calandria castaña se haga
notar posada encima de los grandes cactus, no son flores
y semillas lo que le interesan, sino los insectos que se
acercan. Aquí en Tupiza a ese ave le llaman de “tres
colas” no más, debido a que su cola se compone de plumas
enteramente blancas las unas y marrón oscuro las otras.
Cuando volando extiende las plumas de la cola en
abanico, aparecen las plumas oscuras al centro bordeadas
por las blancas y dándole así el aspecto de tener tres
colas. La característica sobresaliente del tres colas es
su facultad de poder imitar a la perfección el canto de
todas las demás especies de aves, como ya lo sugiere la
denominación científica de su familia “Mimidae” = los
que imitan.
Sin querer ofender a los pájaros, hay que afirmar que
mientras Europa tiene muchos pájaros de apariencia
discreta que son cantores fantásticos, Sudamérica
alberga los aves más lindos del planeta con canto
discreto – con excepción de la calandria... |
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Calandria castaña - Mimus dorsalis
Abra Blanca -21.40821°
-65.67333° 3640m
→Mapa |
Midiendo 24 centímetros de largo, la Calandria castaña
es poco más grande que la muy semejante Calandria real.
Pasa su tiempo posada entre las ramas de los churquis o
encima de los cactus o retozando por el suelo en busca
de su alimento preferido – insectos, larvas, lombrices y
orugas. Saltando se balancea levantando su cola.
Construye el nido en forma de taza en los espinosos
arbustos que aquí abundan, usando palitos secos de estos
arbustos y tapizándolo por dentro con fibras vegetales y
otros materiales suaves. Pone cuatro huevos celestes
verdosos con pintas grises y castañas. La hembra incuba
los huevos durante dos semanas, los pichones son
alimentados por ambos padres. La Calandria castaña está
presente en las zonas semiáridas con matorrales y
cactáceas entre 1’800 y 4’000 metros de altura,
mayormente al sudoeste de Bolivia y noroeste de
Argentina, sin embargo ya se encontró al lado opuesto de
la Cordillera de los Andes en la Iª Región de Chile
(Tarapacá). Su población no presenta riesgos de
conservación. |
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