|
Haga clic en las fotos para bajarlas con alta resolución
Baje la entera colección documentada de estas fotos de aves en Tupiza con tamaño 1920x1200 Píxel
en la página de descargas
→ Avifauna en Tupiza (archivo zip, 25MB)
|
La avifauna de Bolivia
incluye aproximadamente unas 1430 especies de aves, de
las cuales 24 son endémicas, 31 están globalmente
amenazadas de extinción y 2 fueron introducidas. Bolivia
es el quinto país con mas especies de aves del mundo,
solo superado por Brasil, Colombia, Ecuador y Perú. Esto
se debe a que es uno de los pocos países a nivel mundial
que mantiene enormes áreas prácticamente inalteradas por
la acción del hombre, debido a la baja densidad
poblacional en muchas áreas y la dificultad de acceso a
éstas.
Actualmente una nueva política gubernamental, que supone
sea progreso la construcción de gran número de nuevos
caminos y el fuerte aumento de automóviles que llevan a
destrucción y contaminación del patrimonio natural, representa una seria amenaza de la avifauna
boliviana causando consecuencias complejas.
En Tupiza esto se manifiesta sobre todo conque por
doquiera se llegue en coche, hay deforestación por corte
abusivo de madera, basura arrojada en gran cantidad e
innumerables cactus candelabros molestados y quemados
por vandalismo, sin mencionar particularmente delitos
como cambio de aceite por los caminos etcétera...
Tupiza con sus entornos
montañosos y rocosos, salpicados por millares de
churquis, de molles, de cardones gigantes y con sus
valles fértiles y cultivados ofrece un hábitat ideal
para gran número de pájaros. De dos entre ellos, Tupiza
podría preciarse sin modestia
pues se trata del ave más grande y del género más chico
que puebla los aires del planeta:
|
EL PICAFLOR O COLIBRÍ
→ Información picaflor de página Tupiza 4 |
 |
Un Colibrí cometa se deleita con unos cohetillos - o en
lenguaje científico:
Un Sappho sparganura libando en la Kniphofia uvaria
-21.41469°, -65.73555°, 2995m
→Mapa |
Tupiza cuenta con unas diez especies diferentes de
picaflores. No cabe duda que el pajarito de estas fotos
presentes está entre las aves más lindas de la completa
avifauna. Se trata del Colibrí cometa o Sappho
sparganura. Su plumaje es irisado, así que los vivos
colores cambian de tonalidad según la luz que lo
ilumina. Viéndolo en movimiento parece metal liquido.
Hablando en general, el
picaflor mayormente es atraído por el color rojo y
naranja de las flores. En Tupiza resulta golosísimo del
néctar de la flor colorada del cardón "peludo", el
Oreocereus celsianus, un cactus columnar grandote que
sigue floreciendo durante los meses de la época de las
lluvias. Igualmente frecuenta las flores muy semejantes
del más chico Cleistocactus tupizensis que vemos en la
foto abajo. Aquí pero encontramos nuestro picaflor
ocupado con una flor exótica que se llama con buen
sentido de "cohetillo". Se trata de la Kniphofia uvaria,
representante entre setenta especies del género
Kniphofia. Es nativa de Sudáfrica, donde crece silvestre
en esteros y a orillas de arroyos. Su nombre rinde
homenaje a Johann Hieronymus Kniphof, profesor de
botánica alemán del siglo XVIII. Aquí en Tupiza la
encontramos a menudo como planta ornamental abandonada junto a ruinas de viejas estancias, testigo de una época
más próspera en los valles del Río Tupiza.
La maravillosa acuarela del cohetillo aquí al lado fue |
 |
pintada y
publicada por el famoso ilustrador botánico francés →
Pierre-Joseph Redouté
en el año de 1805 con el nombre de Tritoma uvaria.
Haga clic en la imagen para verla con alta resolución. |
Ésta aquí es la flor del Cleistocactus tupizensis,
un cactus columnar alto un metro en general, aunque en
Tupiza existen ejemplares que llegan hasta tres metros
de tamaño. Cleistos = cerrado (en griego) significa que
la flor permanece cerrada y no abre sus pétalos. En el
corte de la flor divisamos a la izquierda la cámara con
el néctar [N], separada por una membrana [M]. El
picaflor perfora la membrana para lograr el precioso
néctar que con un solo gramo le permite volar unos 400
kilómetros de distancia ¡Con un decilitro daría la
vuelta al mundo! Además el picaflor se come también a
los chicos insectos que encuentra en la flor,
abasteciéndose así de proteína. |
 |
 |
Según el sonido que se escucha, el aletazo del Colibrí
cometa
corresponde a unos treinta aleteos por segundo. Con sus
alas flexibles es capaz de volar por atrás o por el lado
o hasta de quedar suspendido en el lugar, como aquí
chupando el néctar de las flores. |
 |
El cuerpo de este Colibrí cometa mide entre tres y cuatro centímetros,
la larga cola dos veces tanto y el pico igual como el
cuerpo. |
|
EL CÓNDOR |
 |
Joven Cóndor andino macho (Vultur gryphus)
-21.44166° -65.80363°
→Mapa
Vea también información en este sitio
→Los Cóndores del Elefante |
Este día iba subir el empinado promontorio de la
Cordillera de Lípez, inmediato a noroeste de Tupiza,
dónde con pocos pasos se gana mil doscientos metros de
altura a la villa capital. El paisaje era una sinfonía
de colores, de formas, de luz y de sombra, bajo un
firmamento cerúleo y un sol ardiente. Estaba adelantado
al horario previsto y así a unos 3700 metros de altura
encima de un precipicio me tumbé un ratito de espaldas
entre las flores, contento de mi vida y en paz con el
demás mundo, cuando en el silencio de repente escuché un
susurro acercándose rápidamente. ¡Un remolino! – pensé,
agarrando mi sombrero que en estas ocasiones suele
despedirse volando. Sin embargo por cuanto miraba
alrededor no pude percibir ningún movimiento por
arbustos, hierbas o arenales y además el susurro, que ya
se había alejado, estaba
acompañado por algo que resonó como baja música de
órgano ¿Música de órgano? ¡El cóndor, el cóndor! – como
un relámpago eso me pasó por la cabeza y en verdad allá
en el cielo encima del abismo rocoso el Rey de los Andes iba
preparándose a dar una vuelta para inspeccionar al
intruso inesperado. Y así acercándose en línea recta a
la misma altura me miraba a los ojos igual que yo con
él. Fue un breve instante absolutamente electrizante en
que entramos en contacto mental. Ya el coloso me
sobrevoló a unos cuatro metros, causando otra vez ese
típico susurro con son de órgano y un leve
desplazamiento de aire; y ahí se fue por sus rumbos
solitarios dejándome allá abajo, meditando ese mágico momento en que mi alma se había amalgamado con la de la
grande ave sagrada. |
 |
Grabado de un cóndor macho en "Voyage aux régions
équinoxiales du Nouveau Continent"
del naturalista prusiano Alexander von Humboldt,1814 |
El Cóndor andino (Vultur gryphus) es reconocido como el ave voladora más
grande del planeta. Aunque se le considera un buitre, no
tiene parentesco con él; su pariente más cercano es la
cigüeña. Los adultos llegan a medir hasta 1.40 metros de
altura, 3.30 metros de envergadura y pesan de 11 a 15kg
los machos y de 8 a 11kg las hembras. El plumaje es de color
negro-azuloso. Una ancha banda blanca resalta en el
dorso de las alas y un nítido collar blanco no
completamente cerrado al frente, protege la piel del
cuello. Éste y la cabeza aparecen desnudos y rugosos; en
los machos hay una cresta carnosa de color rojo sobre la
cabeza. El pico es fuerte, curvo y cortante para
desgarrar la carne de los animales muertos y carroña.
Los ojos de los machos son de color café, mientras las
hembras tienen ojos de color rojizo.
El cóndor es prácticamente mudo al tener atrofiada la
siringe. En contraste con la mayoría de las demás aves
tiene un excelente olfato y puede ubicar carroña hasta
treinta kilómetros de distancia.
El cóndor se alimenta generalmente de animales muertos.
Una vez localizada la carroña, los cóndores no
descienden a comer de manera inmediata sino que se
limitan a volar sobre la misma o se posan en algún lugar
desde donde esta se vea claramente. Uno o dos días
pueden pasar hasta que finalmente se acercan. Un cóndor
puede ingerir unos 5 kilogramos de carne en un día y
asimismo puede ayunar hasta cinco semanas.
El cóndor suele usar las corrientes de aire ascendentes
para planear, alcanzando alturas de 5'000 a 6'000 metros
y puede volar 300 km en un solo día. Acostumbra a vivir
en grupos de varias decenas, aunque se encuentra también
a individuos solitarios.
Los dormideros están generalmente
localizados en riscos altos y protegidos de la lluvia,
el viento y potenciales depredadores. Siendo que la
carroña esta distribuida al azar, los animales usan
recurrentemente varios sitios de descanso o pernoctación,
dependiendo de la disponibilidad de alimento en el área,
llegando a concentraciones de hasta 120 individuos.
Los cóndores son básicamente monógamos, es decir que
escogen una pareja y permanecen con ésta de por vida.
Para anidar escogen generalmente cuevas en grandes
paredes rocosas verticales, protegidas del viento y de la
intemperie. Depositan el único huevo – blanco con
manchas pardas – directamente sobre el substrato arenoso
de las cuevas en el cual han creado una depresión
presionando el pecho contra el substrato. El ciclo
reproductivo, incluido el cortejo, apareamiento,
incubación y levante del polluelo hasta su emancipación
dura aproximadamente dos años.
El Cóndor andino se encuentra distribuido a lo largo de
la Cordillera de los Andes desde el occidente de
Venezuela hasta Tierra del Fuego. Sin embargo, en
Venezuela fue declarado extinto en 1965 y en Colombia,
Perú y Ecuador sus poblaciones naturales han disminuido
considerablemente. Desde 1800 su distribución y número a
lo largo de toda América del Sur ha disminuido
grandemente llegando a estar en peligro de extinción. Ha
podido constatarse la supervivencia en libertad de 2770
cóndores distribuidos entre: Argentina y Chile 2500,
Perú 170, Colombia 100. En Bolivia se carecen de
registros. Actualmente varios países iniciaron
programas de reproducción en cautividad. |
 |
Orejera de oro, cultura Moche, 300 AC - 700 DC |
Los pueblos antiguos creían que el cóndor era inmortal. Según
cuenta el mito, cuando el animal siente que comienza a
envejecer y que sus fuerzas se le acaban, se posa en el
pico más alto y saliente de las montañas, repliega las
alas, recoge las patas y se deja caer a pique contra el
fondo de las quebradas, donde termina su reinado. Esta
muerte es simbólica, ya que con este acto el cóndor
vuelve al nido, a las montañas, desde donde renace hacia
un nuevo ciclo, una nueva vida. El cóndor simbolizaba la
fuerza, la inteligencia y el enaltecimiento o
exaltación. Era un animal respetado por todos aquellos
que vivían en los Andes, ya que no sólo traía buenos y
malos presagios, sino que también era el responsable de
que el sol saliera cada mañana, pues con su energía era
capaz de tomar el astro y elevarlo sobre las montañas
iniciando el ciclo vital. |
 |
El cóndor aparece como símbolo patrio en los escudos de
armas de Bolivia, Chile, Colombia y Ecuador. Aquí lo
vemos en un billete de banco boliviano de 1930. |
→ Vuelva arriba |
|
última actualización
2022-05-20
|
|