■ PRESENTACIÓN
Los autores abajo mencionados han volcado su conocimiento para
reconstruir parte de la historia social de Pulacayo. Estos
testimonios han sido registrados en diversos tiempos y lugares.
Incluimos la descripción sistematizada y editada por nosotros, en el
entendido que aportan al mejor conocimiento de la realidad minera
del histórico y legendario centro minero de Pulacayo. Los autores se
intercalan de manera lineal, a manera de reconstrucción. Para fines
informativos incluimos breves referencias biográficas de cada uno de
ellos.
■ LOS INICIOS – EL GRINGO MULÁN.
ALBERTO JARA DAZA, nació el 14 de septiembre de 1925 en la
población de Condo, del departamento de Oruro. Estudió secundaria en
el mismo pueblo y logró especializarse en motores diesel. Desde los
11 años trabajó en diferentes minas explotadas antiguamente por los
españoles. Se asentó en Pulacayo el año 1946. En su carrera
sindical, actuó como Secretario General en 1957. Tuvo notable
actividad política como parlamentario por Potosí, durante dos
períodos, hasta el año 1964:
"En 1919, en el mes de octubre los
trabajadores del carbón de Lota (IIXª región de Chile),
perteneciente a la empresa Schwager Coronel, tras distintas
masacres, abandonaron el campamento y se situaron en Playa Blanca,
dirigidos por Emilio Recabarren (fundador del Partido Socialista en
1911, en la República de Chile, convertido al año siguiente en
Partido Comunista). Muy próximo a él, Gregorio Loza, uyunense que
trabajaba en las salitreras, fue el primer portador de las ideas
socialistas introducidas a Pulacayo. En varias oportunidades este
personaje burlaba a la policía vistiéndose de mujer, una vez
internado en la ciudad de Potosí, tomó contacto con personas de
Pulacayo, como Manuel Herrera de la sección Maestranza y Manuel
Escobar de la sección taller eléctrico. El Sr. Beramendy hacía de
correo entre ambas partes.
Ante esta situación la empresa ordena infiltrar el movimiento y
surge una fuerte represión con la cooperación del personal de
vigilancia, sobre los trabajadores. A partir de las nueve de la
noche los serenos del campamento se ocupaban de espiar las
viviendas, clubes y otros establecimientos, donde se agrupaban mas
de cuatro personas de la casa para hacer la llamada de atención al
día siguiente. En otros casos, en los que se sospechaba que podría
tratarse de intentos de organización comunista o sindical eran
inmediatamente retirados.
Un intento de organización de la
Federación de Trabajadores del Riel y Mineros de Pulacayo en 1926,
fracasó al poco tiempo a consecuencia de una huelga general y como
respuesta la administración de la empresa ordenó emplazar una
ametralladora en el cerro Paisano desde donde dispararon hacia el
campamento para impedir el saqueo de las pulperías. Entre tanto los
trabajadores no podían llevarse ningún abarrote por las
perforaciones de balas en los sacos. A raíz de estos sucesos los
trabajadores mineros expulsaron al ingeniero Mulán, Gerente de la
Empresa por entonces."
JUAN APAZA, nacido el año 1931, recuerda el incidente
anecdótico, propio de la historia de los pueblos pequeños:
"Mis padres me contaron un hecho que
perdura en la historia revolucionaria de nuestra gente antigua, que
hasta hoy nadie se permitió relevar. Un extranjero apellidado Mulán,
de maneras muy prepotentes, cuando hubo un reclamo de pulperías y
otras necesidades sociales se atrevió a disparar al aire su arma de
fuego, amedrentando a los trabajadores. Pero la gente para entonces
no aguantaba cosquilleos, no hicieron más que conseguir un burro, le
arrancaron los bigotes al gringo y montado en un burro lo guiaron
hasta la última curva del camino a Uyuni, donde le propinaron una
paliza; luego el burro... arrancó rebuznando a galope pretendiendo,
así fuera posible, que ... lo desahogue al gringo Mulán".
■ AUGE Y FLORECIMIENTO DE PULACAYO – LOS "SANTO RUPHACHIS".
MARTÍN MITA, nació cerca de 1887. Trabajador de la ex Empresa
Huanchaca, del gremio cañerista, de la sección mantenimiento.
Ex-combatiente de la guerra del Chaco. El testimonio siguiente fue
registrado en 1976:
"Por los años 30, Pulacayo contaba con
5600 trabajadores y aproximadamente de 15'000 a 18'000 habitantes.
Mucha gente llegaba desde Huanchaca en los días de fiesta (como la
principal, la del Señor de Quillacas). La Administración de la
empresa hacía muchas observaciones sobre las fiestas que se
realizaban en la puerta de la iglesia, que estaba precisamente al
lado de la Casa-Gerencia. La bulla, las peleas y la borrachera, con
todos sus efectos, fue motivo para prevenirles de esta anárquica
costumbre, perjudicial, tanto para los gringos y los trabajadores
que fallaban.
En 1934, cuando yo tenía mis 47 años, habían visto arder la iglesia,
pero no sabía personalmente porqué. Algunos mineros comentaban que
los gringos habían provocado el incendio y en el momento que la
iglesia era consumida por el fuego, éstos no acudieron para
auxiliarla, y ni siquiera les importó.
Luego la capilla funcionó en lo que es ahora la casa de los locos o
'camarote antiguo'. Posteriormente se construyó donde ahora está la
actual y nueva iglesia, desde el año 1944".
SANTOS MAMANI, nació en 1923. A los 12 años de edad se
encontraba en Huanchaca, pero a partir de 1937 reside y trabaja en
Pulacayo. Eran tiempos de la guerra del Chaco, completa lo anterior:
"Recuerdo muy bien que se quemó la
iglesia entre el 34 o 35. Eso sí, mis papás y otras personas me
comentaron que los creyentes habían dejado cualquier cantidad de
velas en el sótano. Como toda iglesia, tenían sus telas y adornos;
muchos decían que eso ha provocado un incendió en donde se quemaron
todas sus cositas, hasta los papeles y documentos de harta gente que
ahora no tiene su certificado de nacimiento. Después recién, en
1944, han terminado de construir el actual templo. Por eso la gente
de antes, de otros lados, nos decían santo ruphachis". (ruphachiy =
incinerar, quemar en el fuego)
■ LOS "GRINGOS" EN LA HISTORIA DE
PULACAYO.
JUAN APAZA, hace revelación sobre la participación de los
gringos del tiempo de la COMIBOL (Corporación Minera de Bolivia) y
los asocia simbólicamente con los de las empresas oligárquicas:
"Trabajaba en la empresa cuando la
administración de Hochschild el año 1951 en el mes de marzo, me
licenció del cuartel. Yo pensaba por lo menos descansar una semana,
pero como mi padre había influenciado, mi trabajo ya había estado
listo. El Sr. Reynaldo Lother me envió al reconocimiento con su
asistente de origen checoslovaco, Francisco Covacevich; desde
entonces yo les conocía. Así como una mayoría de jóvenes, por lo
general ingresábamos a trabajar desde los nueve, diez o doce años,
porque todavía no había colegio y nuestros papás no alcanzaban para
costearnos los estudios.
Esa época los trabajadores teníamos todo, desde mercadería, carne
argentina, combustible, bebidas extranjeras y pulpería como para
almacenar. Luego todo ha ido decayendo, hasta que llegó el momento
en que a mi juicio, otro gringo que hemos conocido, el Sr. José
Brusman ha cometido un acto de venganza. Este señor, también
prepotente como el anterior Mulán, quería hacer lo que le daba la
gana aquí, pero como la gente siempre ha sido revolucionaria, lo
sacaron volando. Era de Estados Unidos, o alemán, pero era bien
conocido en la COMIBOL, y ha llegado a ser gerente. Entonces supimos
de manera extraoficial que él empezó a hacer la guerra a Pulacayo,
manifestando que si a mí sólo me sacaron entre tantos; yo sólo les
voy a sacar a todos".
■ DE LA EMPRESA OLIGARCA A LA COMIBOL
– LAS MILICIAS MINERAS.
ALBERTO JARA participó activamente junto a Mario Torrez
Callejas y el actual Secretario Ejecutivo de la FSTMB (Federación
Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia) Víctor López Arias.
Cuando llegó a Pulacayo, las actividades sindicales se encontraban
en pleno desarrollo en la empresa. El Sindicato de Trabajadores
Mineros de Pulacayo, designado para organizar el Primer Congreso
Extraordinario de la FSTMB, organizaba con prolijidad el cónclave
bajo el tema "la unión hace la fuerza; la disciplina la victoria".
Alberto Jara nos relata que:
"El 8 de noviembre de 1946 se realiza
el Primer Congreso Extraordinario Nacional de Trabajadores Mineros
de Bolivia, en lo que participaron cuarenta delegaciones de toda la
minería nacional. Es allí precisamente donde se forja la tesis de
Pulacayo. Su promulgación conmocionó bastante y en la actualidad
este documento ha sido traducido a más de 15 idiomas.
Cuando sobrevino el infausto
colgamiento del presidente Villarroel (21 de julio de 1946), todos
lloraron, los niños, los hombres y las mujeres por esta tragedia.
Los dirigentes sindicales impulsaron una serie de acciones,
cumpliendo los postulados de la Tesis de Pulacayo, aprobado por los
trabajadores mineros el año 1946. Para reivindicar esta injusticia
decidieron marchar a la ciudad de La Paz. Tomaron un carrito,
denominado manila, cargado de seis cajones de dinamita, más un rollo
de mecha encendida. Esta carga explotó en las proximidades de Uyuni
causando un estrepitoso ruido.
El año 1949, siendo Secretario de
Actas del Sindicato, la población atraviesa un período bastante
duro, a raíz de la huelga general indefinida en defensa de los
dirigentes sindicales de la FSTMB que fueron extrañados del país con
destino a Chile. Entre estos se encontraban Juan Lechín Oquendo y
Mario Torrez Callejas.
En 1953 nos comunican que Juan Lechín
es apresado en la ciudad de Cochabamba por los falangistas y corrió
el rumor que fue asesinado. Tomamos el ferrocarril y la primera cosa
que hicimos era dirigirnos a la población de Uyuni en la madrugada.
Tuvo que ser las cuatro de la madrugada, cuando rodeamos el cuartel.
En esa época habían licenciado a todos los soldados. En lo que
respecta a nuestra gente no hubo más camiones para tanta gente que
se dispuso marchar hasta Uyuni para rodear al cuartel del 4°
Regimiento de Infantería 'Loa'.
Una vez en Uyuni hablamos con el comandante para pedirle que nos
prestara las armas para reivindicar ese acto asumido por los
falangistas, es decir reivindicar nuestras posiciones. El militar no
aceptó nuestra propuesta; entonces se dispuso que se tomaran las
armas de todo el cuartel. Le sacamos al comandante y le mostramos lo
que iríamos a hacer; de no darnos volaríamos el cuartel con las
cargas dispuestas en diferentes lados de toda esa unidad. Entonces,
levantó las manos y permitió que sacáramos. Sacamos cuatro pesadas,
trescientos cincuenta fusiles, doce ametralladoras, varias pistolas
ametralladoras, otras livianas, hasta vacíar prácticamente todo el
arsenal. Actualmente no recuerdo los detalles, pero indudablemente
de esa manera se armaron las milicias 'Herman Busch' de Pulacayo".
■ LA RESPONSABILIDAD HISTÓRICA DE LOS
SINDICATOS EN EL 'AHOGUE' DE LA MINA
La mina estaba condenada. Las conclusiones del Informe Ford, Bacon &
Davis, solamente son el corolario de un largo tránsito. Con
anterioridad ya se ejecutaron ciertas medidas, según recuerda
JUAN APAZA:
"El Sr. Brusman dejó el distrito a
finales de 1958. Un año más tarde se acomodó en la Gerencia de la
empresa estatal, desde donde nos hizo la guerra, hasta parar la mina
de Pulacayo. Me cabe argumentar sobre la política de entonces, donde
los dirigentes sindicales nos han llamado a una asamblea en las que
ha primado el favoritismo y nos incitaron a retirarnos, indicando
que ya no había vetas, pero eso era mentira, porque los trabajadores
de interior mina denunciaron lo contrario, tanto así como las
versiones de Filomeno Flores, compañero alarife, que sostenía que
varios lugares que contenían lindas vetas, fueron tapados con
cemento y otros mineros callaron porque les dieron algunos bonos
extras para decir lo contrario.
De esa manera hemos llegado a saber que se trataba de un boicot.
Cuando los americanos nos joden, hacen no más lo que quieren. Esa es
la historia del ahogue de la mina. Anteriormente llegó maquinaria
nueva para el ingenio; molinos y otros accesorios, sin embargo al
mismo tiempo dijeron que ya no había vetas y estas flamantes
maquinarias fueron a parar a la central de Oruro, para que ahí
estuvieran botadas."
El ex-dirigente ALBERTO JARA precisa varias de las
causas de aquel confuso episodio de la historia de Pulacayo, en las
que decreto supremo mediante se ejecutan las recomendaciones de la
Misión Ford, Bacon & Davis:
"Luego sobrevino el ahogue de la mina.
La causa principal eran los bajos salarios, los bajos precios
fundamentalmente de los minerales que producía la mina de Pulacayo y
el aumento gradual de las pérdidas de esa época. Es eso lo que se
esgrimió ¿Qué pasó? En un momento dado fue la irresponsabilidad de
la administración, incluyendo naturalmente al control obrero. Yo me
acuerdo perfectamente, porque hacía estadísticas diarias y resulta
que en la época de las ex-empresas había un 32% de absentismo de
trabajadores de la mina, porque la gente en las condiciones tan
fregadas de la calor de interior mina salía muy mal. Entonces en vez
de entrar al hospital por los calambres y la deshidratación, pues,
preferían descansar ese día. Pero frente a eso se dio la demagógica
actitud de la Gerencia de darles diez días de vacación cada tres
meses a los trabajadores de interior mina. Entonces el absentismo
aumentó en tal grado que fue imposible sostener Pulacayo."
■ EPILOGO
El 'ahogue de la mina', fue instruido desde la ciudad de La Paz, con
la anuencia del Control Obrero, que antepuso la condición de
industrializar Pulacayo. A pocos días del suceso el control obrero
de la Empresa Minera Pulacayo, OSCAR AGUILAR envió en fecha
13 de octubre de 1959, un radiograma a la Federación de Mineros a
los sindicatos y controles obreros de las minas nacionalizadas, a la
prensa oral y escrita, al ministro del trabajo y al propio
presidente de la República, indicando lo siguiente:
"Compañeros trabajadores. Después de
126 años explotación este distrito sábado 10 de octubre horas 09:45
a.m. llegó su fin con ahogue definitivo mina debido agotamiento
potencial mineralógico y por decreto supremo gobierno. Discutiose
más de una decena informes Ford Bacon and Davis NN.UU. y misión
Alemana. Viudas huérfanas y gran parte campamento en ruinas.
Naturaleza jugó triste destino valiente mineral firme bastión luchas
revolucionarias. Pese esta adversidad Pulacayo mantiene sólida su
posición clasista. Trabajadores y pueblo pedimos apoyo solidario y
efectivo para materializar INDUSTRIALIZACIÓN garantizando de este
modo el derecho al trabajo y supervivencia población".
A su vez, el sindicato de trabajadores de Pulacayo, el mismo
día, mes y año, indicaba, descargándose de responsabilidades, una
respuesta que cierra este capítulo y los testimonios de cuatro
antiguos trabajadores de la ex-Empresa Minera Pulacayo:
"Ponemos en conocimiento de todos los
compañeros trabajadores que la organización sindical y trabajadores
esta Empresa no ha tenido injerencia alguna en el ahogue de la mina,
por determinado de la Empresa sábado 10 del presente se efectuó el
ahogue definitivo de la Mina dando cumplimiento Decretó Supremo
Gobierno. Nuestro PLIEGO DE CONCLUSIONES determina que Pulacayo debe
industrializarse y que COMIBOL no da cumplimiento a la fecha.
Trabajadores y Pueblo pedimos apoyo solidario y pronunciamiento ante
COMIBOL y Gobierno se materialice la industrialización para que
compañeros trabajadores no sean despedidos a la calle". |