|
PREFACIO
A fines del año 1905 la escritora y historiadora estadounidense
Maria Robinson Wright, acompañada por su secretaria, por guías y
sirvientes emprendió un viaje por el Altiplano de Bolivia saliendo
de La Paz hacia el sur con los medios de transporte de entonces –
diligencia, lomo de mula y caballo. Al fin del viaje visitó también las minas
de plata de la Compañía Huanchaca de Bolivia en Pulacayo. El
resultado de esta aventura se manifestó en un libro que representó
algo como una enciclopedia de Bolivia con muchas informaciones
acerca de la geografía, la economía, la política, la vida social, la
cultura y más cosas referentes al país, además de gran número de
documentos fotográficos de valor histórico. El libro salió en
Filadelfia, Estados Unidos, en el año 1906 en inglés y un año más
tarde en español con nombre "Bolivia, el camino central de
Sur-América, una tierra de ricos recursos y de variado interés".
Aquí abajo sigue una reproducción completa del capítulo "El cerro de
Potosí – Minas de plata de Huanchaca" retratando Pulacayo en los
días cuando era el orgullo de la entera nación. Este capítulo es
también disponible en archivo pdf y puede ser bajado junto con
varios más capítulos del libro citado en
→ ARCHIVOS PARA DESCARGAR
→ Información acerca de Marie Robinson Wright |
EL CERRO DE POTOSÍ Y LAS
MINAS DE PLATA DE HUANCHACA
PARTE 1 |
FUNDICIÓN DE SOUX Y HERNÁNDEZ, DE POTOSÍ
CARGANDO ESTAÑO EN CARROS, MULA Y LLAMAS |
Pocos acontecimientos en la historia
de los tiempos modernos han sido tan universalmente conocidos como
el descubrimiento de las minas de Potosí. A mediados del siglo XVI,
cuando las naves de España arribaron con el primer tesoro de la
montaña de plata, toda Europa se sintió interesada y la excitación
creció á medida que la abundancia del maravilloso Cerro parecía ser
inextinguible. Fue el tema de los cortesanos y, poetas y eclipsó por
algún tiempo el interés de todo otro acontecimiento. Las victorias
de la Santa Alianza, la coronación de Su Majestad Católica y aun más
importantes sucesos de la última parte de la centuria XVI,
difícilmente eran recibidos con mayor entusiasmo que el anuncio de
la llegada de un nuevo cargamento del tesoro de las minas
americanas; y la fama de la maravillosa tierra ultramarina
continuaba en aumento, porque cada entrada de buques cargados de
plata, traía frescas noticias de la montaña sorprendente llamada
Potosí, de la cual se derramaba el precioso metal blanco en
inagotable corriente. Cuentos fabulosos se referían en todas partes
acerca de esta mina famosa. Todo el mundo hablaba de su riqueza; los
poetas escribían estrofas inspiradas por las visiones de su
opulencia y los amantes soñaban regalar su abundancia á sus amadas.
Un extravagante trovador ofreció á su dama el Cerro de Potosí por un
beso:
Te diera, si tu me dieras
de tu linda boca un sí,
los aromas de la Arabia
y el Cerro de Potosí
En el tiempo en que España encontró su nuevo caudal en América, la
caballería andante no había perdido todavía su romántica influencia
y su encanto y muchos caballeros atravesaron el mar y pasaron los
nevados Andes en busca de aventuras, para probar su devoción ó
quizás para encontrar riqueza que reparara una fortuna perdida y les
diera títulos para pedir la mano de alguna noble dama de su
elección. Porque en las leyes tradicionales de la caballería, la
pobreza era considerada, como lo es bajo un código más moderno, si
no un crimen, por lo menos una barra siniestra en el escudo de armas
del sentimiento. En los romances escritos de aquellos días el héroe
popular volvía inesperadamente de Potosí con tesoros incontables que
ponía á los pies de la reina de su corazón, después de destruir á su
rival y de alcanzar fama por muchos brillantes actos de valor. El
autor de Don Quijote se refiere naturalmente á Potosí como á un
sinónimo de fabulosas riquezas y difícilmente un escritor de aquel
tiempo no hallaba ocasión de usar el nombre de la montaña de plata,
para indicar la idea de excesiva abundancia. La noticia de que la
ciudad de Potosí, que recibió el nombre de Villa Imperial por orden
del Emperador Carlos V, había gastado diez millones de pesos en las
fiestas de la coronación de su sucesor, Felipe II, no produjo
sorpresa, porque se suponía que los millones rodaban como guijas en
la falda de la famosa ciudad. |
PORCO, LUGAR DE LAS MÁS ANTIGUAS MINAS DE PLATA DE BOLIVIA |
Un cronista del siglo XVI estima en
seis millones de pesos el monto de la «quinta real» que se pagaba
anualmente por impuestos y sabiendo las facilidades que existían
para evadir la ley, agrega: «¡Y qué sería lo que se dejó de
quintar!» Improbables como parecen algunas de las historias que se
refieren del Cerro, hay más verdad que mentira en los relatos de
extravagancia y lujo que nos han sido atribuidos en los Anales de la
Villa Imperial. Se recuerda que el monto de la plata que fue sacada
de Potosí, desde la fecha del descubrimiento en 1545 hasta el
principio del siglo XIX, fue tres mil trescientos noventa y cuatro
millones de pesos, y un cálculo liberal da próximamente cuatro mil
millones de pesos como el total de la plata sacada del Cerro de
Potosí hasta el presente.
Curiosos y antiguos documentos
relativos á la historia de esta gran montaña de plata, han sido
recogidos y publicados por el señor Don Vicente Ballivian y Rojas,
en un volumen de encantador interés. En un párrafo dice que: «En
1566 un noble español que estaba entrando en la mina de Cotamito con
sus trabajadores indios, tropezó con un objeto que resultó ser un
Crucifijo magnífico, de plata pura, siendo de rosicler los brazos y
las piernas, evidentemente formado por la naturaleza, bajo dirección
divina.» Vino á ser el objeto de muchos comentarios y fue
sostenido que era un signo de que la poderosa mano de Dios
protegería la futura prosperidad de esta mina extraordinaria. El
Crucifijo fue enviado á España y colocado en la iglesia de San
Agustín de Barcelona. Otra crónica refiere que uno de los ricos
propietarios de la mina Cotamito, Don Antonio López de Quiroga, pagó
en quintas al rey de España nada menos que quince millones de pesos.
Conforme á esta autoridad, el gran millonario estaba una vez
visitando al Virrey en Lima, cuando un oficial de la casa hizo notar
que los gastos del establecimiento del Virreinato montaban á la
exorbitante suma de cuatrocientos pesos por semana, que en aquellos
días era considerada una gran extravagancia. «¡Bien, yo gasto la
misma suma en velas en mis minas de Potosí!» respondió el visitante.
Durante siglos, Bolivia ocupó el tercer lugar entre los países del
mundo productores de plata, alcanzando su producción anual, en un
tiempo, á diez millones de onzas de este metal. Aun con semejante
enorme producto, las minas fueron trabajadas solo superficialmente,
por métodos muy primitivos: y de las diez mil minas de plata
abandonadas, que se encuentran desparramadas en todo el país, ni una
fue agotada, siendo en todos los casos el obstáculo, para continuar
la explotación, la falta de medios para proteger las minas de
inundaciones ó capital insuficiente para comprar maquinaria moderna,
como ocurrió después de la Guerra de Independencia. |
REAL SOCAVÓN – MINAS DE PLATA Y ESTAÑO – POTOSÍ |
Mientras la explotación de las minas
estuvo en su auge, en los siglos XVI y XVII, prevalecieron las
extravagancias más absurdas y fantásticas y no se tomaron medidas
para un período probable de depresión, que vino después en la forma
de plagas, inundaciones, baja en el precio de la plata aumento en el
costo del transporte y contrariedades similares. Aunque el famoso
Cerro de Potosí no ha producido más las enormes cantidades de metal
que registra la historia de días anteriores, ello no significa que
esté agotado. El valor de la plata sacada de sus minas de 1895 á
1902 fue próximamente de cuatro millones de pesos en oro. Se
considera que siete mil minas han sido abiertas en el Cerro desde el
descubrimiento de su riqueza Y los archivos demuestran que hasta
mediados del siglo XIX fueron registradas cinco mil minas que
estuvieron en actividad en alguna época en la famosa montaña. En la
actualidad se trabaja en setecientas de plata y estaño estando
empleados cinco mil operarios. El Cerro presenta un aspecto
exclusivo cuando se le ve desde distancia elevado detrás de la
ciudad en la forma de un cono cuidadosamente cincelado, de color
rojo-oscuro que indica su composición metálica y marcarlo á
intervalos en toda la superficie por parches negros y amarillos que
enseñan donde está situada una bocamina. En las primeras horas de la
mañana, cuando los indios van á su trabajo, el Cerro está vivo, con
colores movibles, dándole un efecto caleidoscópico el brillante
amarillo, rojo ó verde de las sayas y los ponchos. Hombres y mujeres
trabajan en las minas. Las mujeres se ocupan en pesar y escoger los
minerales, depositándolos en barracas. Aunque la mayor parte de las
minas están situadas á una altura de diecisiete mil pies ó más, la
gente parece estar tan acostumbrada á la atmósfera rarificada, que
ni siquiera la nota y es un hecho notable que á la altura de doce
mil quinientos pies, en el lago Titicaca se padezca mucha mayor
dificultad en respirar que á la mayor altura de Potosí. Hay algo muy
pintoresco en la apariencia del minero de Potosí, cuyo vestido es
una mezcla del traje indio y del europeo y hasta la pequeña vela de
sebo que lleva en la gorra, atrae la atención no solo por su forma,
que es como un botijillo de lata con la mecha acostada en el tubo,
sino á causa de que invariablemente esta ornamentada con una pequeña
cruz que se levanta de la orilla como adorno sobresaliente. |
ESTABELCIMIENTO DE SOUX Y HERNÁNDEZ
EN POTOSÍ
PARA LOS DIFERENTES TRATAMIENTOS DE MINERALES DE ESTAÑO |
Un viajero que suba las tortuosas
alturas del Cerro de Potosí, se impresiona enseguida con la
presencia de grandes masas de lava petrificada, que se ven en todas
partes alrededor de la base de la montaña. A cada vuelta la
impresión se hace más fuerte de que la pirámide gigantesca
constituye una masa sólida de metal, surgida del mismo centro de una
energía volcánica. Aunque los españoles trabajaron las minas
solamente por la plata, el Cerro contiene también porciones de
cobre, hierro y estaño y es hoy uno de los principales centros de la
industria minera de estaño, el cual promete, por su enorme
abundancia, hacer á Bolivia comercialmente tan famosa en el siglo XX
como lo fue el Alto Perú en el XVI. Aunque solo algunas minas han
sido abiertas, Bolivia está colocada ya entre los países productores
de estaño y constantemente se hacen nuevos descubrimientos de
depósitos de este importante metal. Muchos propietarios de minas de
Potosí están dedicando especial atención á los minerales de estaño y
tratando la producción de la plata como de menor importancia hasta
que las condiciones sean más favorables para reanudar la explotación
como principal industria. Hay abundancia de estaño en el Cerro,
donde se le encuentra en estratos entre las capas de plata. Por
ejemplo: en la cima se encuentra un lecho de plata, debajo uno de
estaño, más abajo otro de plata, siguiéndole otro de estaño, y así
sucesivamente. Las minas del Real Socavón están situadas cerca de la
base de la montaña y producen plata y estaño.
Hay solo dos minas importantes cerca del pie del Cerro: el Real
Socavón, que es propiedad de una compañía inglesa y el Socavón
Porvenir, que pertenece al señor Don Juan M. Saracho, Ministro
boliviano de Instrucción Pública. Estas dos minas perforan la
montaña de Este á Oeste y tienen la gran ventaja de cortar todas las
vetas que corren de Norte á Sur. Aunque el trabajo ha sido demorado
por falta de capital suficiente y á causa de la más rápida
compensación que producen al presente las minas de estaño, estas
minas ofrecen gran porvenir, con la inversión de grandes fondos. La
Royal Silver Mining Company posee además del Real Socavón las
antiguas minas de Cotamitos, Forzados y Candelaria, en la parte
superior del Cerro. En realidad casi todas las minas que están ahora
en explotación en Bolivia son las mismas explotadas bajo el
Virreinato español, excepto que el actual sistema es más moderno y
la explotación no se realiza tan superficialmente. El Real Socavón
tiene toda clase de comodidades para el trabajo, una vía férrea y
tubos de aire para la ventilación. Tan alto es el túnel, que se
puede viajar á caballo por los principales corredores. |
COLECCIÓN DE MINERALES DE ESTAÑO PARA
SER TRATADOS EN HUAYRA – POTOSÍ |
La ricas
vetas de esta mina producen diariamente tres cajones, equivalentes á
cinco mil libras cada uno de mineral de plata, de un tipo de
cincuenta á sesenta marcos, equivaliendo el marco á siete y media
onzas de la libra de doce onzas y cerca de veinte por ciento de
estaño; y la producción aumentará de ocho á diez cajones de un tipo
de catorce á quince marcos y ocho á diez por ciento de estaño,
cuando se concluyan ciertas mejoras. El mismo método de tratamiento
para la extracción de la plata y estaño, está en boga en los más
importantes ingenios ó establecimientos mineros, con variaciones
referentes á la calidad predominante de los minerales. El mineral
sacado de la mina es trasladado á los hornos, donde se le extrae el
exceso de azufre y se facilita el proceso de trituración. Después de
ser calcinado en el horno, el mineral pasa al triturador, después de
lo cual se le lleva á otro horno para ser clorurizado. Para minerales ricos que
muestran alta ley del precioso metal, la fundición es el sistema
preferido; pero cuando la ley, es más baja, el método de lixiviación
ó concentración es el usado, como se hace en los ingenios de Velarde
y Huayllahuasi, en los que se tratan minerales de plata y estaño.
Estos establecimientos, de los que son propietarios los señores Soux
y Hernández, trabajan en conexión con las minas de la Compañía, que
se cuentan entre las más ricas del Cerro. En los ingenios de Bebin
Hermanos conocidos congo Santa Rosa y Huayra, se usan los dos
métodos, el de fundición en el primero y el de concentración en el
último Los minerales de las minas del señor Matías de Mendieta son
tratados por concentración, lo mismo que los del Ingenio San Marcos,
que posee el señor Robert Scott. En el establecimiento Quintanilla,
de la propiedad del señor Juan Rubarth se usan ambos métodos en el
tratamiento de los minerales. Todas estas firmas se ocupan
principalmente de la explotación de minas de estaño pero consideran
la producción de plata como una fuente segura de riqueza. reservada
para el porvenir mientras el estaño tenga la mayor demanda y obtenga
los mejores precios. El señor Don Juan Ugarteche, director y
administrador de las minas de Bebin Hermanos, estima la producción
total del Cerro de Potosí, en la actualidad, en cuatro millones de
bolivianos por año y coloca el promedio ordinario de la ley de los
minerales en veinte por ciento de metal puro, aunque dice que muchos
de ellos tienen el sesenta por ciento y se les exporta á Europa sin
previo tratamiento. |
BARRAS DE ESTAÑO, PREPARADAS PARA EL EMBARQUE
MINAS DE BEBIN HERMANOS, POTOSÍ |
Es interesante visitar un ingenio y seguir los varios métodos por
que son tratados los minerales antes de salir del último
procedimiento en lucientes parras de plata ó estaño, listas para ser
cargadas sobre mulas, llamas y asnos, llevadas á la estación de
ferrocarril y embarcadas en Antofagasta. Los grandes sacos que
contienen mineral para ser embarcado en condiciones ordinarias como
sale de la mina, son transportados en mulas; pero los trozos
cuadrados, que pesan veinticinco libras, son generalmente llevados
por llamas. El patio de un ingenio ofrece una vista muy interesante
en un día de embarque. Es particularmente entretenido ver retratar á
los arrieros en los establecimientos de Huayra y Santa Rosa, antes
de salir con sus cargas. Uno después de otro son colocados frente á
la cámara, con los números á la vista, de modo que no pueda haber
equivocación. El objeto de esto es capacitar á la compañía para
identificar al arriero en caso de que se esconda ó abandone su
carga. No hay peligro de que se robe la plata ó los trozos de
estaño, pero hay siempre la posibilidad de que pueda cansarse de su
tarea, antes de llegar á su destino, y deje la carga, mulas y,
llamas en el camino y busque un empleo que le agrade más. Por medio
del retrato se puede seguir fácilmente la huella del delincuente.
Del modo que sea, esto sirve á los propietarios de excelente medio
para estar informados de los pasos y conducta de estos indios. Los
delincuentes proporcionan una especie de «colección de
identificación», que sirve de salvaguardia á los
establecimientos mineros. Pero comúnmente los arrieros son fieles y
dignos de confianza, llegando más pronto ó más tarde á su destino,
sea éste á diez ó á quinientas millas, cualquiera que sea la
condición del tiempo ó de los caminos. No hacen viaje de andarines,
porque la llama y el indio tienen aversión común á la velocidad. El
límite de la llama es de nueve á diez millas por día y en esto está
perfectamente de acuerdo con las ideas de su conductor. Al mediodía
se descargan los animales y estos se pasean por las faldas de las
montadas en busca de forraje, mientras el amo se tiende en el suelo
á comer un puñado de maíz tostado, después de lo cual toma su
siesta. Lo mismo pueden pasar una hora que tres antes de que la
caravana se ponga de nuevo en movimiento, pero nadie se preocupa por
esta diferencia de itinerario, ni toma en consideración los días de
más o de menos en el camino. Naturalmente las Compañías mineras
están muy contentas de saber que una red de ferrocarriles les
proporcionará pronto un servicio mejor de carga, pero no hay duda de
que siempre habrá bastantes negocios para conservar á la llama y á
su conductor tan ocupados como estos amantes del ocio pueden
estarlo. |
ARRIEROS RETRATADOS PARA LA IDENTIFICACIÓN – POTOSÍ |
La historia del descubrimiento de las
minas de Potosí está asociada con los recuerdos de las minas más antiguas de Porco, que la
tradición dice fueron descubiertas por el Inca Maita-Capac, cuando
ese gran emperador del Perú conquistó las tribus charcas, siglos
antes de que los españoles vinieran al Nuevo Mundo. Los anales de
la Villa Imperial relatan que en 1462, Huayna-Capac, que estaba en
camino hacia las minas de Porco, pasó una noche á la vista del ahora
famoso Cerro de Potosí y se impresionó tanto con la creencia de que
la gran montaña contenía tesoros en plata, que ordenó á sus
servidores fueran allí y cavaran en busca del precioso metal.
Obedeciendo el real mandato, se aproximaron al Cerro; y estaban ya
para principiar su tarea, cuando los sorprendió el terrible
estruendo de un trueno, al que siguió una voz misteriosa que les
dijo: «No toquen la plata de este Cerro, porque es para otros
propietarios». Los servidores del inca huyeron aterrorizados y
buscando á su real amo le contaron el extraordinario suceso.
repitiendo la palabra ¡potojsi! que en quichua significa «hacia un
gran ruido». Esta fábula es otro ejemplo de la filología pintoresca
de Garcilaso de la Vega y su cándida transparencia es como muchas
otras ingeniosas interpretaciones de su fácil y á menudo muy
fantástica pluma.
El trueno que se oye en el Cerro de Potosí es todavía bastante para
sugerir la idea que prohíbe aproximársele y hay pocos lugares en el
mundo donde una explosión eléctrica sea más espantosa y magnífica.
Una autoridad menos imaginativa deriva el nombre de Potosí de una
palabra quichua, potojchi, que significa «fuente de plata». Más
adelante se refiere que Atahualpa, el último de los gobernantes
Incas, quien vino á Porco para reunir un ejército para la conquista
de Chile, pasó también por el Cerro de Potosí, pero no se aproximó á
causa de la orden que la voz misteriosa había dado á su real
antepasado. Después de todo, fue un indio quien descubrió la
abundante plata de Potosí. Un pastor llamado Guallca, después de
buscar en vano por muchas horas á una
oveja de su rebaño, la encontró en el Cerro, á la caída de la noche.
La amarró y se preparó á pasar la noche en la montaña, haciendo
fuego para protegerse del frío. A la mañana siguiente se sorprendió
al ver que una corriente de plata había salido del lugar donde
estaba el fuego y formaba una cinta blanca sobre el rojo oscuro del
Cerro. El indio comunicó el acontecimiento al capitán español Don
Juan de Villarroel, quien en compañía de Don Diego Centeno y Don
Alonso Santandía fundaron la primera mina de Potosí en 1545, la
famosa «Descubridora,» de la cual extrajeron plata en un increíble
corto tiempo por valor de cincuenta millones de pesos y la cual
continuó por dos centurias siendo una de las más ricas minas del
mundo. |
última actualización
2022-05-20
|
|