Estamos delante de una de las puertas más importantes de
los Andes, la bocamina de Pulacayo. Milagrosamente
salvada de las garras del conquistador, la plata de
Pulacayo trajo un corto auge económico a la entonces
joven República de Bolivia, que hasta el presente no
volvió a repetirse, hizo inconmensurablemente rico a
algunos pocos y arruinó o mató a muchos de los demás.
Por esta puerta salió Pandora con su fatal cajita, por
aquí circulaba la esperanza junto con la muerte, andaba
la riqueza junto con la miseria.
Hoy en día aquí a uno no le alcanza la fuerza mental
para entender el drama y la tragedia que se enfocó en
este punto porque la boca que pudiera contarlo todo –
esta boca ahora se calla. |