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EL CERRO DE POTOSÍ Y LAS
MINAS DE PLATA DE HUANCHACA
PARTE 2 |
INDÍGENAS SEPARANDO MINERALES EN LAS MINAS DE PLATA DE HUANCHACA |
Si el Cerro de Potosí es notable como
asiento de las más famosas minas de plata del Alto Perú, Huanchaca
puede reclamar el honor de ser el centro de las minas de plata más
ricas de Bolivia, porque la riqueza de Potosí fue para el Virreinato
y los enormes tesoros de Huanchaca han sido para la República una de
las más importantes fuentes de sus rentas. La Compañía minera de
Huanchaca ha sido un agente poderoso del desenvolvimiento de los
intereses industriales y comerciales del país, tomando la iniciativa
en la construcción de sus ferrocarriles, líneas telegráficas y otras
mejoras públicas. El acostumbrado elemento novelesco, que es
asociado en todas partes al descubrimiento de minas, no falta en la
historia de Huanchaca y la recompensa de larga y paciente solicitud
está tan bellamente evidenciada en el caso de su descubridor, como
en los de otros famosos buscadores de tesoros á quienes la fortuna
ha venido con las manos llenas de dones, cuando el destino estaba
cerca de arrastrarlos al colmo de la desesperación. Don Mariano
Ramírez había estado buscando oro y plata por veinte años, antes de
que la suerte lo llevara á las minas que han hecho su nombre famoso
y grande su descubrimiento como uno de los más importantes
acontecimientos industriales del siglo XIX. Todos los que vivieron
hace cincuenta años en la comarca de la ahora famosa Huanchaca,
conocieron á Don Mariano. Trabajó por muchos años en las minas de
Ubina, á veinte leguas de Pulacayo, con pequeño éxito, pero con
esperanza constante de que algún día vería la realización de sus
sueños de descubrir una veta rica. Ganó el afecto de los indios de
aquella región, por su bondad hacia ellos, y no había un nativo en
muchas leguas á la redonda que no estuviera deseoso de prestarle
algún servicio. Mientras sus compañeros blancos lo hacían objeto de
sus burlas, los indios lo tenían en el mayor respeto y cariño. |
CARROS CON MINERALES DE PLATA, DE LAS MINAS DE HUANCHACA |
Finalmente, un día una india anciana,
á quien había curado de una herida, lo vio en su pequeña choza de
Ubina y le dijo que si quería seguirla ella le llevaría á un lugar
donde el precioso metal podía ser encontrado en abundancia, sin el
fuerte trabajo que estaba matando á su patrón en Ubina. Don Mariano
la permitió que lo condujera á través del campo, aunque culpándose
secretamente de su absurda credulidad v deteniéndose frecuentemente
para preguntar á su guía á dónde lo llevaba y que razón tenía para
creer en la existencia del tesoro. Al fin, cuando llegaron á las
alturas de Pulacayo, se volvio á él y señalando hacia adelante le
dijo: «Ahora, patrón, usted tiene solamente que subir y principiar á
cavar y encontrará plata bastante para construir una ciudad». Esto
ocurrió en 1837, y desde aquel día Ramírez principió á ver
realizadas sus más acariciadas esperanzas, porque todo lo que la
india le había dicho resultó cierto. Murió, sin embargo, sin
cosechar la completa recompensa que prometía esta gran mina de plata
y no fue hasta muchos años después, cuando se formó en 1876 la
actual Compañía Huanchaca de Bolivia, que las minas principiaron á
producir la enorme riqueza que ha hecho á Pulacayo famoso como la
segunda comarca argentífera del mundo, correspondiendo el primer
puesto á Broken Hill, de Australia. |
ENTRADA A LA MINA PULACAYO – HUANCHACA |
En el último cuarto de siglo estas
minas han dado al mundo casi cinco mil toneladas de plata, por valor
de veinticinco millones de libras esterlinas. La montaña de la cual
ha sido extraída esta enorme riqueza, es uno de los cerros aislados,
aparentemente pertenecientes á la Cordillera de los Frailes, cerca
de la frontera Suroeste de la República. Los pueblos mineros de
Pulacayo y de Huanchaca están situados en los lados opuestos del
Cerro, á una altura de quince mil pies sobre el nivel del mar, á
nueve millas próximamente en línea recta de Uyuni, donde el
ferrocarril de Huanchaca se junta con el de Antofagasta á Oruro. Un
paseo en el ferrocarril de Huanchaca es un acontecimiento memorable,
porque el tren sigue una sucesión de curvas rápidas, atravesando
quince millas en esta forma circular. La subida es violenta en
algunas partes, porque el Pulacayo está mil quinientos pies más alto
que el Uyuni. El camino faldea la montaña por algunas cortadas,
entre grandes peñas de veinte y treinta pies de altura y en un sitio
elevado pasa por uno de los túneles más grandes del mundo, de once
mil pies de longitud, que requirió cinco años de construcción y
costó más de medio millón de bolivianos. El espectáculo es magnífico
en toda la ruta, viéndose á distancia, en el Sur, la cima nevada del
Chorolque, con el cielo azul al fondo ; y á distancia más cerca, la
Cordillera nevada de los Frailes y los declives oscuros de los picos
más bajos. Tan pronto como se organizó la actual Compañía, el
trabajo de construir una carretera de Huanchaca, dónde los ingenios
para el beneficio de los minerales de la mina de Pulacayo estaban
entonces situados, á Cobija, en la costa del Pacífico, en aquel
tiempo un puerto boliviano, fue emprendido y llevado á completo
éxito en un tiempo relativamente corto. |
VISTA GENERAL DE LAS MINAS DE PULACAYO - HUANCHACA |
La producción de las minas era
embarcada para Europa por el puerto de Cobija, hasta que la guerra
del Pacífico cerró esta salida y fue necesario buscar un puerto
argentino. Con este objeto, la Compañía construyó una línea
telegráfica, la primera de Bolivia, para enlazar á Huanchaca con las
oficinas del Gobierno que estaban entonces en Sucre, extendiéndola á
Potosí y Tupiza para facilitar la comunicación con esa sección del
país y por Tupiza con la Argentina. La Compañía posee todavía esta
línea lo mismo que un servicio adicional á Ollagüe, en la frontera
de Chile. Por todo cerca de quinientas millas. Tan pronto como el
tráfico boliviano fue restablecido por los puertos del Pacífico, la
Compañía Huanchaca advirtió la necesidad del transporte á la costa
por ferrocarril y comenzó la construcción del ferrocarril de
Antofagasta á Oruro que, como se ha dicho antes, fue vendido más
tarde á una Compañía inglesa, con excepción del ramal de Uyuni á
Huanchaca.
Hace cerca de tres años que una baja
en el precio de la plata obligó á la Compañía Huanchaca á buscar
medio de reducir los gastos de explotación y beneficio de los
minerales de Pulacayo, especialmente en cuestión de combustible,
porque el costo del carbón era de cinco libras esterlinas por
tonelada y necesitaba enorme erogación para este solo artículo. Al
mismo tiempo que la baja de la plata vino á embarazar las
operaciones de la empresa, otra calamidad le sobrevino con la
inundación de las principales galerías de la mina, siendo casi
desesperada la perspectiva porque el agua llegó, en algunos puntos,
á una profundidad de mil quinientos pies. El solo medio de salvar la
situación era adoptar la electricidad como fuerza motriz y así se
hizo, siendo generada por medio del agua obtenida en el río Yura, á
veinte leguas de distancia, y traída por un acueducto con un
desnivel de treinta y cinco pies. |
LAGO Y PRESA DE LA CORDILLERA, QUE SURTE DE AGUA A LAS MINAS DE
HUANCHACA |
La electricidad equivalente á tres mil
caballos de fuerza, fue trasmitida por tres cables de á mil caballos
cada uno, representando veinticinco mil voltios, y el problema de
desaguar la mina y restablecer el servicio sobre base más
provechosa, fue finalmente resuelto. Esta instalación es la quinta
en importancia en el mundo y acredita el ánimo emprendedor de la
Compañía, al mismo que otros muchos adelantos modernos. Una máquina
enorme de Corliss, de mil caballos de fuerza, ha sido recientemente
instalada en la mina con capacidad para generar una corriente
suficiente para las máquinas eléctricas del establecimiento; y
cuando la planta del Yura no trabaja, esta maquinaria produce toda
la fuerza necesaria. Otra máquina Corliss, de trescientos cincuenta
caballos de fuerza, se usa para el aire comprimido con que son
ventiladas las minas y para levantar pesos. Las máquinas eléctricas
de Decauville se usan en algunos departamentos y la maquinaria para
alumbrar por la electricidad las oficinas y las minas, es de los
últimos y más perfectos modelos. La maquinaria de los talleres y
fundiciones es la más grande de Bolivia. |
ACUEDUCTO DE YURA, QUE CONDUCE AGUA PARA LAS MINAS DE HUANCHACA |
El automóvil ha invadido las minas de
Huanchaca; y aunque no es de los modelos para un boulevard, es tan
rápido como máquina motriz como los ejemplares de más lujo. Dos
señoras norteamericanas que visitaron las minas recientemente,
fueron paseadas por el interior en un automóvil, en una distancia de
más de dos millas, atravesando pasadizos brillantemente iluminados
por la electricidad y construidos con piedra sólida de cantería,
constituyendo una sucesión de túneles bien arqueados y bien
ventilados. Durante este viaje subterráneo, la partida pasó por una
pequeña capilla en una de las galerías, en la que está una imagen de
Cristo, hecha de plata. Era conmovedor ver á los mineros quitarse
sus gorras cuando pasaban, no dejando ninguno de dar esta prueba de
veneración á la sagrada imagen. Hay doce millas de galerías en la
mina y casi diez de rieles. Se usan siete tiros, de los cuales
algunos tienen un cuarto de milla de profundidad.
La Compañía Huanchaca de Bolivia
emplea tres mil obreros de los cuales un millar por lo menos, son
mujeres ocupadas en escoger los minerales y distribuirlos de acuerdo
con su calidad y propiedades. Es admirable lo experta que son estas
mujeres en sus tareas y con qué aparente indiferencia lanzan los
pedazos de mineral en un montón ó en otro, hablando, murmurando y
pareciendo que no tienen la más ligera idea de la clase de material
que manejan. Sin embargo, nunca se equivocan y el administrador de
la mina dice que son más rápidas que un químico de experiencia en
averiguar las diferentes clases de minerales. Todos los sistemas
modernos, conocidos en él beneficio de los minerales, se emplean en
los varios ingenios de Huanchaca. El método de separación
electromagnético, adoptado recientemente, es probablemente el
primero de su clase instalado en el mundo en escala tan grande como
se practica aquí. Anteriormente los establecimientos de Huanchaca,
Pulacayo y Ubina fundían todos los minerales de las minas de
Pulacayo, pero hace algunos años se abrió en Playa Blanca, cerca de
Antofagasta, un gran ingenio para la fundición y amalgamación de los
minerales de Pulacayo, el cual está montado con magnífica maquinaria
que costó casi medio millón de libras esterlinas. La planta completa
de la Compañía representa un desembolso de cuatro millones de libras
esterlinas. |
ESTACIÓN DEL FERROCARRIL DE PULACAYO EN LAS MINAS DE HUANCHACA |
El Presidente, señor Seneschal de la
Grange, que vive en París, investigó las varias instituciones de la
ciudad de Pulacayo el año pasado, lo mismo que los establecimientos
mineros, é hizo una nota de las mejoras que deben efectuarse para
fomentar la instrucción y beneficencia ofrecidas á los habitantes.
Diez mil personas viven en Pulacayo
que se sostienen de las minas y de las diferentes industrias
relacionadas con su explotación. Todo en la ciudad pertenece á la
Compañía Huanchaca y ninguno puede vivir en la comunidad sin permiso
de ella. Todos los empleados de la Municipalidad son nombrados por
la Compañía y todas las instituciones están bajo su gobierno y
vigilancia directa. Hay algunas iglesias, escuelas y hospitales y la
población tiene un buen teatro. Es un pueblo minero característico,
construido en forma de anfiteatro en el declive del cerro y las
calles escarpadas y estrechas presentan un problema intricado al
extranjero que intenta por primera vez escalar sus variables
alturas. |
VISTA DE HUANCHACA, CENTRO DE LAS RICAS MINAS DE PLATA |
última actualización
2022-05-20
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