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Cristales de yeso - sulfato de calcio dihidratado = Ca
[SO4] • 2H2O |
Al sudoeste del salar, donde en el Trópico de
Capricornio paulatinamente se levanta la Cordillera de
la Sal separando el salar del Llano de la Paciencia,
encontramos salmueras cálcicas relacionadas con las
rocas sedimentarias de la Cordillera de Domeyko del
oeste de la cuenca. En las lagunas de este sector, que
se nutren obviamente de aguas subterráneas bajando desde
la Cordillera de Domeyko, es fácil encontrar cristales
de yeso purísimo que crecen dentro del agua
mineralizada. Estos de aquí tienen agujas largas unos
seis centímetros y están parcialmente recubiertas por
blancos depósitos de halita, eso es por cloruro de sodio
(NaCl). En una quebrada de la Cordillera de la Sal cerca
de San Pedro hasta crecían cristales perfectos que
medían entre treinta y cuarenta centímetros. Al empezar
excursiones con el turismo, se destruyeron.
→Información yeso (ES)
→Información yeso (EN) |
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El Llano de la Paciencia |
Aquí nos encontramos al inicio del Llano de la Paciencia
cerca del Trópico de Capricornio. A la derecha divisamos
las lomas de la Cordillera de la Sal naciente y a la
izquierda se levantan los pendientes de la Cordillera de
Domeyko. En las numerosas lagunas de esta zona crecen
los cristales de yeso puro.
Cuentan los indígenas de los oasis por el otro lado del
salar, que hace cien años por aquí un explorador con su
biplano tuvo que hacer un aterrizaje forzoso. Entonces
salió caminando en busca de agua y de socorro y topó por
los faldeos de la Cordillera de Domeyko con un pueblo
extraño. Los habitantes eran muy amables y le prestaron
auxilio, pero hablaban de manera bastante rara y vestían
como al tiempo de la conquista. Así el piloto consiguió
poner a flote su avioneta y evadirse del desierto
mortal. Cuando años más tarde volvió en busca del
pueblo, éste había desaparecido y nadie más volvió
encontrar el pueblo fantasma.
Un profesor universitario inglés quedó tan impresionado
por el Llano de la Paciencia que al llegar la última
hora de su vida en su tierra remota, deseó diseminasen
sus cenizas por este valle. Así un día a mi amigo
atacameño Eduardo le pidieron encargarse de dicho acto y
él subió los pendientes de la Cordillera de Domeyko para
entregar las cenizas a los vientos del Pacífico que
suelen soplar encima del llano por las tardes. Una chica
lápida cerca del camino a Calama todavía conmemora el
raro profesor que aquí encontró su último descanso.
Explorando la zona, algunos kilómetros más a norte un
día encontré en medio de la perfecta nada otra lápida
funeraria, en que una joven mujer con sus hijos lloraban
la pérdida de su cónyuge y papá. Se trataba de un joven
que había nacido casi en la misma fecha como yo a mitad
del último siglo y que en este sitio acabó su vida en la
más grande desolación, antes de que llegase a vivir los
treinta años. Sabe Dios lo que estaba buscando por aquí
en una época, cuando para llegar desde Calama al chico
oasis de San Pedro había que viajar por horas encima de
un terrible camino de tierra. Junto con la lápida está
también una cruz hecha en ónix amarillo (piedra
semipreciosa, forma de calcita) que debe de provenir de
la mina del amigo Don Félix, que en aquel tiempo lo
estaba sacando desde los pendientes del volcán Juriques
cerca de Laguna Blanca a unos 4’500 metros de altura.
Así es que el místico Llano de la Paciencia guarda sus
leyendas, sus almas, sus víctimas y sus cristales...
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Cristales cúbicos de sal (cloruro de sodio, Na Cl)
crecen en el fondo de las lagunas. |
En el fondo de las lagunas poco profundas y en los
chicos ojos de agua se pueden observar los cristales
cúbicos que crecen en las aguas sobresaturadas de sal.
Estos cubos miden entre pocos milímetros hasta algo más
de un centímetro.
En el mar, 100g de agua marina contienen unos 3g de sal.
En las lagunas del salar, la grande evaporación del agua
(5.5mm por día) aumenta la concentración de la sal hasta
llegar al punto en que 100g de agua salada contienen 27g
de sal, siendo así sobresaturada. Siguiendo la
evaporación, la sal disuelta en el agua se cristalizará,
manteniendo así el componente de 27% en peso de sal en
la solución salina.
→Ver gráfico de solubilidad de varias sales |
La halita, la sal de mesa o el cloruro de sodio (NaCl) es un
compuesto iónico formado por una combinación de aniones
de Cloro Cl− y de cationes de sodio Na+,
acomodados en una estructura cristalina con forma de
sistema cúbico.
En los nodos de la red de la estructura cristalina
cúbica, los átomos (iones) de sodio y de cloro se
alternan por las tres coordenadas ortogonales.
→Información Cloruro de Sodio
→Información Sal |
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El fondo de las lagunas poco profundas en general está
recubierto por una costra de sal blanca. En lagunas que
estacionalmente se desecan y vuelven llenarse, es más
probable encontrar una capa lisa de sal cristalizada,
mientras que en lagunas continuamente llenas (por
vertientes con afluencia constante) crecen los lindos
cristales cúbicos, como en esta aquí en la foto de
arriba.
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Cristalización de sal en la superficie del agua |
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Cristalización de sal en la superficie del agua |
Los cristales
de sal que se forman en la superficie de la solución
salina sobresaturada representan un fenómeno curioso,
pues no se componen en forma cúbica sino en pirámides
perfectas.
Mirando a la
red de los átomos en el cristal del cloruro de sodio,
percibimos que cada anión de cloruro (Cl)
está rodeado por seis cationes de sodio (Na)
y viceversa. Esos seis átomos representan los puntos de
esquina de un octaedro, un cuerpo con ocho caras
formadas por triángulos equiláteros, eso es un cuerpo de
dos pirámides opuestas. Así que esta cristalización no
sigue la orden molecular cúbica sino la orden iónica
octaédrica. |
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La cristalización da inicio en algún germen flotando en
la superficie del agua. Cristalización en gérmenes ya
puede ocurrir a concentraciones salinas debajo de la
sobresaturación. De aquí la cristalización sigue en
forma cuadrangular, juntándose la sal cada vez un poco
mas arriba de la que ya está. Así se forman pirámides
cabeza abajo, como lo podemos observar en las fotos de
arriba. Los cuerpos de pirámides quedan huecos y se
forman sólo por una costra fina. Con 2’165 kg/m³, la
densidad de cloruro de sodio supera la de la solución
salina sobresaturada (1’170 kg/m³). Sin embargo los
cristales no se hunden debido a la tensión superficial
del agua. |
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Las cristalizaciones piramidales de sal no se forman en
la superficie de lagunas como ésta al fondo de la foto
arriba, pues el viento fuerte remueve las aguas. Sí pero
se encuentran en charcos chicos con aguas calmas, como
esos en el primer plano.
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Rosa del desierto |
Donde en los márgenes de las lagunas el agua
mineralizada filtra y sube desde el subsuelo por los
limos salinos de carbonato y sulfato de calcio,
encontramos estas raras formaciones cristalinas
conocidas en varios desiertos de nuestro planeta. Las
más famosas talvez son esas del desierto del Sahara que
llevan el nombre de “Rose de sable”, las rosas de arena
o rosas del desierto. Se trata de cristalizaciones de
yeso (sulfato de calcio dihidratado) encima de gérmenes
arenosos o de arcilla, limo y lutita que aquí en la
cuenca del salar provienen de antiguos depósitos
fluviales. Estas inclusiones son responsables por la
coloración rojiza de las rosas del desierto.
→Información Rosa del Desierto |
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En el agua mineralizada, los minerales precipitan en
orden de su solubilidad – primero el menos soluble, la
calcita (carbonato de calcio), después el yeso (sulfato
de calcio dihidratado) y por fin la sal (cloruro de
sodio) así que se pueden encontrar estos tres minerales
dispuestos en capas una encima de otra. El crecimiento
de las rosas del desierto en la capa de yeso debajo de
la sal es tan fuerte, que perfora la sal y sigue hasta
llegar a la superficie de la laguna. Ahí por disecación
del agua salina, se recubre con una costra de sal.
Así es que en las orillas de las lagunas salinas y poco
profundas brotan del agua miríadas de chicas islas
redondas, blancas encima y marrón o coloradas en su
base, que paulatinamente se van juntando hasta formar
nuevo terreno sin interrupción. |
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Más adentro en la laguna, las nuevas rosas del desierto
están perforando el fondo recubierto de una blanca capa
de sal. En el primer plano el proceso de formación de
las islas de yeso ya está avanzado.
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Estas enigmáticas cristalizaciones tubulares se
encuentran amontonadas en gran cantidad a orillas de
ciertas lagunas. Son largas unos cinco centímetros y según su dureza supuestamente consisten en
calcita. |
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Aquí se explica la proveniencia de susodichas
cristalizaciones. Se trata de incrustaciones de la
vegetación halófila que crece cerca de las lagunas.
Cuando muera la planta y la materia orgánica se
descomponga, queda la incrustación cristalina no más y
ésta es capaz de perdurar mucho tiempo gracias a su
dureza y relativa resistencia al agua.
En la foto de arriba vemos la gramínea Distichlis
spicata. Es simplemente increíble y muy
impresionante, ver bajo cuales condiciones
extremadamente hostiles a la vida que estos organismos
vegetales consigan vivir, florecer y reproducirse.
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Más información acerca de cristalización de sal en el
Salar de Atacama se encuentra en este sitio en capítulo
"Cordillera de la Sal", páginas:
→La Sal
→Microcosmo 1
→Microcosmo 2 |
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