El Ñandú de Darwin, Suri o Ñandú Cordillerano es un ave no voladora nativa de
Sudamérica. Mide hasta 90 centímetros de espalda, pesa entre 15
y 25 kilogramos y tiene alas bien desarrolladas
en comparación con otras aves no voladoras. Eso le permite ser un
gran corredor, alcanzando velocidades de hasta 60 kilómetros por
hora. El macho es más grande que la hembra y tiene plumas con más
lunares blancos en el hombro. El ñandú habita en zonas altas, de hasta 4'500 metros, de la región de
la Cordillera de los Andes y el Altiplano Andino.
Son los machos que se encargan de la incubación de los
huevos de varias hembras. Los machos de esta especie son
muy agresivos cuando están incubando los huevos.
Las garras afiladas en los tres dedos de los pies son armas muy
eficaces. Las hembras ponen los huevos cerca del nido
(una cuenca de un metro de diámetro y unos diez centímetros de
profundidad en el suelo) en lugar de ponerlos en él. La mayoría de
los huevos son pasados al nido por el macho. Algunos permanecen
afuera, dónde se pudren y atraen las moscas al ser rotos por el
macho cuando nacen los polluelos, para que coman las moscas.
La hembra pone en primavera unos 8 huevos elípticos y
verdosos. Se conocen nidos con 50 huevos. La incubación
dura cinco semanas. Los
polluelos son nidífugos. Fuera de la estación de cría, los ñandúes
cordilleranos son bastante sociables: viven en grupos de de 5 a 30 aves,
de diferente sexo y edades. Su alimentación es principalmente
herbívora con predominio de gramíneas. Utiliza tanto las
hojas y semillas como también las flores de los
vegetales. No obstante completa su alimentación con
insectos y lagartijas. De vez en cuando se encuentra a
ñandúes pastando junto con vicuñas o guanacos. Parece
que los dos animales así se apoyan de forma mutua con su
sensible sentido de alerta.
Este ave está clasificado como en peligro de extinción a
lo largo de su área de distribución. La recolección de
sus huevos, la utilización de su carne y de sus plumas
por comunidades indígenas han puesto en grave peligro la
existencia de este ave. Otros de los factores que han
devastado a esta especie es la comercialización de su
apetecida carne, baja en colesterol, la utilización de
su grasa con fines medicinales y la construcción de
rutas carreteras en el alto andino con el consecutivo
deterioro de su hábitat por polución y saqueo de
recursos naturales.
La lista roja de IUCN sólo califica la especie
Pterocnemia pennata (Rhea pennata) cuyo
estado de conservación es considerado "casi amenazado".
Eso pero se refiere sobre todo a la subespecie austral
Pterocnemia pennata pennata que vive en gran
número en
Patagonia. De las otras dos subespecies altoandinas
Pterocnemia pennata tarapacensis y Pterocnemia
pennata garleppi el IUCN comenta:
–
Todas populaciones sufrieron un declino considerable y
las subespecies altoandinas están en serio peligro de
extinción. Se estima que quedan algunos cien individuos
no más de los cuales la mayoría vive en Argentina. En
1982 en Perú se encontraron 18 aves Pterocnemia
pennata garleppi. –
→Lista roja del IUCN
Baje aquí un extracto del libro (pdf, 159kB):
→Los que se van: Especies argentinas en peligro |