Dependiendo de sexo y de subespecie, el halcón
perdiguero tiene 35 hasta 45 centímetros de longitud y
una envergadura entre 90 y 120 centímetros, siendo el
macho más chico que la hembra. Llega a pesar de 500 a
950 gramos. Con el plumaje no hay diferencia entre los
sexos.
El halcón perdiguero vive solitario o en pareja. Una
pareja queda junto durante varios años o hasta para la
vida entera. Sin embargo en los meses invernales a veces
se separan para volver a juntarse en la época de
apareamiento durante el verano. En esta ocasión el macho
ejecuta una parada nupcial con acrobacias aéreas. La
pareja defiende su territorio hacia intrusos ajenos y
congéneres.
La especie Falco femoralis se divide en tres
subespecies:
- Falco femoralis femoralis
Vive en Centroamérica y en gran parte de Sudamérica, particularmente en
Uruguay y Brasil.
- Falco femoralis septentrionalis
Vive en el norte de México y en el sudoeste de EE.UU.
- Falco femoralis pichinchae
Vive entre Colombia y el norte de Chile y noroeste de Argentina.
En el sudoeste de EE.UU. casi se extinguió por deterioro
de su hábitat y actualmente están corriendo programas
para reintroducirlo. En Sudamérica su populación no es
considerada en peligro y hasta se halla en aumento. El
halcón perdiguero vive sobre todo en áreas abiertas,
evitando la selva cerrada, la alta montaña y las
aglomeraciones. Le gustan regiones montañosas, donde
construye su nido en las paredes rocosas. Aquí en Tupiza
se puede observar a este halcón volando hasta las
alturas de 4’000 metros.
Posee alas largas y puntiagudas que le permiten un vuelo
veloz y ágil, especialmente apropiado para cazar. Se
alimenta principalmente de chicas aves que captura en
vuelo. Tampoco desprecia roedores, lagartijas,
serpientes, insectos grandes y en caso de disponibilidad
captura también algún que otro pez. Hasta se observó que
atacó a aguiluchos para robarle su presa. Suele cazar
solo o en pareja.
El halcón perdiguero construye su nido usando palos
secos con forro de pastos y raíces blandas,
preferiblemente en nichos, cuevas naturales y salientes
de altas paredes rocosas. Vuelve usar su nido cada año,
ampliándolo y arreglándolo cada vez. La hembra pone tres
o cuatro huevos (uno cada dos días) redondeados de unos
45 x 35 milímetros, de color blanco manchados de rojo
oscuro. La hembra empolla durante un mes mientras que el
macho se ocupa de los alimentos. Los polluelos quedan en
el nido entre cinco y seis semanas, hasta ser capaz de
volar. No obstante siguen con sus padres varias semanas
más pidiendo comida. El halcón juvenil va ser adulto
cumpliendo su primer año de vida. Tres en cuarto
polluelos pero no sobreviven este primer año de vida,
quedando ignoto el motivo de tan alta mortalidad. El
halcón perdiguero tiene una expectativa de vida de unos
diez años, pero en cautiverio puede llegar a quince
hasta veinte años.
→Lista roja del IUCN |